De viejo, hay dos lugares que visito con la misma euforia y la misma capacidad de asombro que de niño iba a comprar juguetes: las ferreterías y los viveros. He llegado a pasarme horas y horas deambulado por Home Depot, donde esos dos mundos se conjugan. Diana ha tenido que sacarme a la fuerza.
Nunca habíamos estado tanto tiempo seguido en la Loma. Además de enfrentarnos a Isaías (cuando aún era una tormenta tropical), hemos podido dedicarnos al cuidado de los jardines y los frutales. Hoy fui al Puerto del Tarro (donde Leocadia, el mejor vivero de Jarabacoa).
Salí con dos anones (ya paridos, ¡increíble!), un mamey (de injerto, en dos años estamos haciendo batido), una guanábana (idem) y seis mandarinas (que sembraremos en el espacio que dejaron unos pinos endebles). También compré dos sacos de humus.
Con la humedad que tiene la tierra después del paso de la tormenta, esas matas sentirán que han llegado al paraíso. Hoy tendremos una tarde de siembra en la Loma de Thoreau (¿oíste, Renay Chinea?). Les buscaremos el lugar exacto, algo que me fascina, porque me permite poner en práctica todo lo que aprendí de los guajiros del Paradero de Camarones.
Lilian Carrasco de Cury, una dominicana que conoce demasiado a Cuba, se alegró de que me estuviera preparando para pagar “el adeudado batido de mamey”. En verdad me estoy preparando para algo mucho más importante que eso, le respondí.
Y es cierto. Como Diana y yo ya hemos dado a Cuba por perdida, nos preparamos para envejecer en el Cibao. Aquí comeremos y compartiremos los frutos que hemos ido sembrando en él. Máximo Gómez soñó lo mismo que nosotros, pero un grupo de vegueros cubanos le quedó mal y no pudo lograrlo.
No vamos a correr los riesgos que él corrió. Solo contamos con nosotros mismos y con la luz del Cibao. No existe otra más fértil.
1 comentario:
Disfruto mucho estas crónicas. Y aunque no me remiten a Thoreau porque mi ignorancia no me ha dado un chance de conocerlo sí se me aparece Samuel Feijóo detrás de algún tronco o entre renglones.
Imperdonable que hayas tenido que comprar humus con tanta materia orgánica fácil de recopilar en un bosquecito...hojas secas...restos de alimentos en la cocina...excrementos de animales ( gallinas no alimentadas con pienso ) ...y un pie de lombrices rojas californianas y listo.Sigue así hermano a ver si se embullan otros bloqueros buenos y también hacen algo por la patria literaria.
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