06 septiembre 2022

Freddy Ginebra: "La felicidad es vivir cada día celebrando"


Evelyn Betancourt, directora de la revista Santo Domingo Times, me encargó una entrevista a Freddy Ginebra. Sería el trabajo de portada de un número dedicado a la felicidad. Freddy, como muchos de ustedes saben, es el máximo responsable de que yo viva en República Dominicana y uno de los grandes culpables del Camilo que soy hoy.
El día que nos presentaron me miró muy serio y me dijo que ya quería a demasiados cubanos, que no había cupo ni para uno más. Dio la espalda y se fue, con esa peculiar manera de caminar que él tiene, que consiste en ir balanceándose a un lado y al otro. 
Volvió dos horas después y al encontrarme todavía desconcertado, soltó una carcajada. Desde ese mismo momento se convirtió en mi padre dominicano. Como me dedica tanto tiempo (regañándome, aprobándome y consintiéndome) he llegado a creer que soy especial para él.
Es falso: todos somos especiales para él. Le he visto dedicarles a otros exactamente las mismas palabras y los mismos gestos que tiene conmigo. Hace poco estuvimos reunidos hasta altas horas de la noche y de pronto noté que se había recostado a mí y roncaba. Eso me hizo tan feliz, que no me atreví a moverme hasta que se despertó. “La felicidad durmió en mi hombro”, comenté.
Días después, camino a Madrid, recibí la noticia de que un querido amigo mío agonizaba en La Habana. Cuando le conté que el viaje se me acababa de arruinar, enfureció. “Ahora es que tienes que disfrutar esos días en España —me dijo—. Hazlo por ti y por él. El mejor homenaje que le puedes hacer durante su partida es ser feliz y hacer felices a los que te rodean”. 
Una vez más, Freddy Ginebra había cambiado mi vida. 
(para leer la entrevista en Santo Domingo Times, hacer clic aquí)

 

Todos los que te conocemos y queremos somos felices cuando estamos a tu lado. ¿Realmente eres portador de esa felicidad o solo la llevas contigo para compartirla con los demás?

La felicidad va conmigo a todas partes, siempre me aseguro de que no se ha quedado atrás. No es que tenga que cargar con ella, no la podría llevar en los bolsillos o en una mochila. La felicidad no pesa, por eso simplemente me aseguro de tenerla a mano y de acudir a ella aun en las peores circunstancias.

Siempre que puedo la comparto, pero antes me aseguro de ser feliz yo. Porque solo se puede hacer feliz a los demás cuando uno ha logrado ser feliz con uno mismo. 

 

¿Qué es para ti la felicidad?

La felicidad es este momento que vivo, sin detenerme a pensar en el segundo siguiente. La felicidad es sentirme útil y hacer lo que me gusta, sano, conforme con lo que tengo, rodeado de la gente que amo. La felicidad es la fe en Dios, que es mi mayor tesoro, porque espero y vivo la esperanza.

 

¿Se puede tomar la decisión de ser feliz?

Sí, es una decisión muy simple. Una mañana te levantas y decides ser feliz. ¡Así de simple! Ser feliz es tan sencillo como tener fe. Es un riesgo que tomas, una apuesta contigo mismo, una opción que muchas veces cuesta trabajo porque las condiciones te indican lo contrario, pero debes de luchar por mantenerla. 

La felicidad, como la vida misma, se alimenta todas las mañanas y cada uno tiene su camino señalado. El día que aceptas que la vida es difícil, ya has comenzado a caminar por el sendero adecuado.

 

Cómo Freddy Ginebra ha encontrado la felicidad en…

La familia. La familia es el mayor tesoro, es la base, es el alimento de todas las energías, es la motivación permanente, una escuela, un camino al aprendizaje permanente, es donde más se cultiva el verdadero y puro amor.

La gente. En la gente encuentro universos diferentes que me permiten ejercer como cristiano. Hace tiempo que miro todo con la mirada del optimismo. Por eso miro solo lo que tiene de hermoso cada ser humano y eso me ayuda a transitar por un mundo con la menor cantidad de tapones emocionales posibles. Se qué hay mucho dolor y que no todos los universos son hermosos, pero también sé que cada ser humano tiene mucho de cielo dentro. Los infiernos los ignoro.

Los lugares. Los lugares son escenarios donde encuentro la gente que ayudan a que el paisaje sea más o menos hermoso, pero solo me interesan cuando están habitados. Definitivamente soy un hombre sociable, diría que demasiado. Por eso creé yo mismo mi lugar en el mundo, que es Casa de Teatro, para encontrarme con todo el que quiera entrar y donde abrazo a los extraños como si fueran conocidos y queridos de toda la vida.

La soledad. La soledad y yo hemos convivido mucho y con el tiempo aprendimos a entendernos y hasta a ser felices. La invoco cada vez que la necesito. Algunas veces le pido ayuda y otras, auxilio. Todo ser humano la lleva dentro, es imprescindible para volver a estar acompañado y vital para replantearse la existencia.

 

¿Qué te hacía feliz a los…

10. A esa edad nada me hizo más feliz que una bicicleta. Andando en ella empezó a rodar mi mundo y logré descubrir mi ciudad, el lugar donde he vivido toda mi vida. Ella bicicleta me inculcó mi espíritu viajero y me enamoró de Santo Domingo, el lugar del que me voy para verme obligado a regresar.

30. A los 30 abrí las puertas de una casa y me prometí a mí mismo que nunca permitiría que se cerraran. Eso me ha costado muchísimo más de lo que he tenido, pero me ha hecho tan feliz, que correría el riesgo mil veces más.  

Casa de Teatro me ha permitido apoyar y promover la creatividad de los dominicanos, que es una de las esencias más auténticas de nuestro país. Cada vez que un artista sin dinero, sin apellido o sin saber que era un artista, ha podido presentar sus creaciones en Casa de Teatro, mi felicidad se hincha. 

50. Ya con una bella compañera de vida, dos hijos y cuatro nietos, este valle de lágrimas que siempre he sido se convirtió en un parque de diversiones.

70. Comencé a vivir mi futuro. Aprendí tanto de los golpes que me dio la vida, que decidí hacer lo que realmente me importa y vivir la vida que siempre quise vivir. No han faltado ni faltarán los golpes, pero ya no siento miedo, solo disfruto mientras espero por la esperanza prometida.

 

Se suelen asociar las cosas materiales con la felicidad, ¿realmente tienen que ver o es una idea que nos hemos hecho?

La felicidad está dentro, es intangible e invaluable. Todo aquel que la busque fuera, por más que insista o se empecine, acabará defraudado. Jamás encontrará nada. Las cosas materiales son puro decorado, espejismos, nubes pasajeras, mentiras y, no pocas veces, puertas al abismo.

 

¿Alguna persona ha logrado hacerte infeliz alguna vez?

Nunca, nadie. Ni siquiera el asesino de mi padre —que era mi héroe, mi supermán— pudo derrotarme. Sentí un dolor y una desolación tan grandes que toda mi vida se tambaleó, pero saqué fuerzas para seguir adelante y para, en algún momento, aprender a perdonar. 

Ralph Waldo Emerson, ese maestro que fue capaz de decir las cosas más complejas de la manera más simple, nos advirtió de que por cada minuto que estemos enojados perdemos sesenta segundos de felicidad. Para un señor de 80 años, los segundos cuentan como si fueran horas.

 

¿Qué es lo que más feliz te hace de República Dominicana?

Lo que más feliz me hace de República Dominicana es que yo soy dominicano. Me pongo eufórico cada vez que me doy cuenta de que nací en ese país que un poeta descubrió en el mismo trayecto de sol. Si la alegría no existiera, la hubiéramos inventado los dominicanos. 

Somos alegres por naturaleza, no tiene que ocurrir nada ni nadie tiene que convencernos de que seamos felices. Lo somos porque sí, porque no sabemos ser de otra manera. Cada vez que aterrizo en Las Américas y un dominicano me sonríe, me dan taquicardias de la felicidad.

 

¿De todas las decisiones que has tomado en tu vida, ¿cuál es la que te ha hecho más feliz?

Cada mañana tomo una decisión distinta y, no pocas veces, antes del mediodía ya he tomado otra. Mis decisiones cambian con las horas y yo me adapto constantemente a esos cambios. Porque cambia sin parar (¡ahora más que nunca!) y yo me esfuerzo mucho más de lo que mi cuerpo quisiera para ir a la misma velocidad que los tiempos y no quedarme atrás. 

Nada es estático, por eso la felicidad también necesita adecuarse y yo siempre trato de que la mía lo intente.

 

¿Qué hace Freddy Ginebra cuando está muy triste para recuperar la felicidad?

Tengo una receta muy simple. Primero, no comparto mi tristeza con nadie. Me gusta llorar solo. Luego, me consiento un poco. Veo una película, entro en un supermercado o una ferretería (aunque no compre nada), me distraigo caminando sin rumbo fijo, escucho música, leo o llamo a alguien que esté aún más triste que yo para animarlo.

Tengo amigos que necesitan hablar y escucharlos me sana. Nunca anido el dolor ni me compadezco de mí mismo. Soy un espantadolor, cada vez que él aparece le muestro mi mejor sonrisa y él acaba yéndose en busca de alguien que sí esté dispuesto a ser triste. 

 

¿Qué te falta por lograr en la vida para ser aún más feliz de lo que eres?

No me falta absolutamente nada. Epiceto, un Freddy Ginebra que vivió en el siglo I de nuestra era, decía que la felicidad consiste en ser libres, es decir, en no desear nada. Siempre he sido un hombre afortunado desde el mismo día que nací. La vida ha sido un bello regalo. 

He trabajado mucho, todo me ha costado. Valoro y respeto a todas las personas con quienes convivo. Ahora sería más feliz si todos fuéramos felices, si hubiera menos egoísmos, si las riquezas sirvieran para alimentar y educar a los que hoy no tienen acceso a un plato de comida o a un libro.

Eso, solo eso me haría más feliz. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Encantador y contaminador cómo siempre. Sí algún día me preguntarán como me gustaría regresar desdé el más allá. Diría disfrazado de Freddy Ginebra. Con cariño Máximo Caminero

Anónimo dijo...

Fredy ginebra

Anónimo dijo...

Cómo lo admiro y comparto su filosofía de.vida, y su modo de ver las cosas! Que el Altísimo le colme d bendiciones y larga vida,para que siga siendo ese ejemplo a seguir. Lo amo!

Unknown dijo...

Maravilloso, Freddy el duende. Una alegría siempre.