23 enero 2025

Como en aquel cuadro de Magritte


No hay nada que explicar
del poema que se hizo
para que no pudiera
ser descifrado.
Como en aquel cuadro
de Magritte,
ese donde los amantes
se besan
con los rostros cubiertos, 
tratando de probarse
a sí mismos
que no les gusta
lo que hacen,
que no tendrán
necesidad de repetirlo,
porque el sabor de los paños
impedirá que recuerden
lo que ninguno de los dos
se atrevería a olvidar.
 
No hay nada que explicar 
del poema,
salvo 
para los que se han dado
el beso
y se despiden 
sin descubrirse,
porque de ahí en adelante
sus ojos podrían delatarlos, 
sería muy fácil descifrar
lo que esconden.

La bailarina descalza


Nunca había reparado tanto
en las bailarinas de Degas.
Ni siquiera porque mi madre
reprodujo a una de ellas
en la Escuela del Hogar
y estuvo colgada
en el comedor de mi infancia
por años.
Tampoco me fijé demasiado
en las que fui encontrando
a través de los años,
en las paredes y los escenarios 
menos esperados.
 
Hasta que apareció ella,
descalza,
con las manos ocupadas
por la vida cotidiana
y un antiguo dolor
en los ojos.
No bailó,
sólo abrió una puerta
de cristal
con una pierna
mientras alardeaba
de su equilibrio
con la otra.
Fue todo lo que hizo.
 
Ahora paso todos los días
por la clase de danza
del maestro Jules Perrot,
pero nunca está.
Todas tienen zapatillas
en el cuadro de Degas,
incluso las más borrosas
del fondo.
He llegado a pensar 
que estoy confundido,
que no fue en ese lienzo
donde nos vimos.
Aun así, regreso por ella,
no pierdo la esperanza
de que aparezca
de pronto,
descalza,
y abra puerta
de cristal
con una pierna
mientras alardea
de su equilibrio
con la otra.

17 enero 2025

La vuelta a Cuba


En 2011, pocos días después de que Diana y yo nos conocimos, nos fuimos a darle la vuelta a Cuba. Le mostré mi Habana y mi Paradero de Camarones (aunque mi casa ya tenía un candado en la puerta y no pude mostrársela por dentro).
Luego también reconocimos mi Manicaragua, Hanabanilla, El Nicho, Cumanayagua, Cienfuegos y Santa Clara. Su Santiago de Cuba y El Cristo, el pueblo donde se quedó su infancia. Catorce años después, nos hemos dado cuenta de que aquel no fue un viaje de regreso sino una despedida.
La inmensa mayoría de los sitios que visitamos y las personas con las que nos vimos ya no están. Eso hace que los textos escritos entonces mantengan su vigencia y tengan un nuevo sentido. Ahora sólo se puede repetir ese viaje a través de las palabras.

05 enero 2025

Fasten seat belt!


En unos pocos días estará disponible en todas las tiendas de Amazon una edición revisada de los poemarios Itinerario (2002) y Afuera (2007). Vistos desde 2025, esos dos libros resumen al Camilo que se fue y al que sobrevino después, una vez que República Dominicana, con mucho trabajo y no pocos contratiempos, lo enseñó a ser un hombre libre. Fasten seat belt!

26 diciembre 2024

La Habana, año cero

Lectura de La capital del sol, de César Pérez, en la librería
Arenales de Madrid.

Cada 31 de diciembre, los cubanos en el exilio prometían que el próximo fin de año lo celebrarían en Cuba. Eso ya no es posible. No por el exilio sino por Cuba, el país al que ellos anhelaban volver ya no existe. Donde estuvo ahora hay una extensión de ruinas que incluye cada centímetro de la cubanidad.
Si uno recorre la isla desde el cabo de San Antonio hasta la punta de Maisí, o como propone la canción, a través de aquellas seis lindas cubanas que eran Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Las Villas, Camagüey y Oriente, sólo hallará poblaciones oscuras, en ayunas y sin la más mínima esperanza.
La inviabilidad y el terror impuestos por los militares al mando, no dan cabida a la más mínima ilusión. Imperan el desencanto y los desmentidos a las canciones que en la Nueva Trova, artífices de la banda sonora del régimen, urdieron para convidarnos a creer en un futuro que nunca llegó.
Ahora sabemos que la revolución siempre debió escribirse en minúsculas y no fue más que un eufemismo para no llamar a un régimen totalitario por su nombre. Ya también se puede afirmar que no ha existido Cuba peor que la que comenzó a  instaurar Fidel Castro en 1959, ninguna empobreció más a los cubanos.
Hace unos días asistí a la lectura de La capital del sol, una indispensable obra de teatro de César Pérez, en una librería de Madrid. El sitio estaba colmado de jóvenes cubanos. La tragicomedia los hizo reír de principio a fin, pero nunca había visto risas más tristes.
Esos muchachos debían estar en La Habana, creando y aportando para la Cuba del futuro. Pero su propio país los escupió, sólo por pensar diferente, los amontonó en aquella librería, donde podían verse y oírse las diversas caras e ideas que merecían verse y oírse en nuestro país en 2024. 
En lugar de ellos, unos infames y caricaturescos barrigones se aseguran de mantener lo suficientemente reprimida a la hambreada población. Todas sus energías las concentran en  impedir que nadie se atreva a decir en voz alta lo que de verdad piensa… o la Cuba que desea.
Este 31 de diciembre, como aquellos cubanos exiliados, pediré que la Navidad que viene la celebremos en lo poco que queda de nuestra nación. Que sea por el año cero de una Habana de la que los jóvenes no tengan que volver a marcharse. Que la isla entera se convierta en la verdadera capital del sol.
A lo mejor para el año que viene, por primera vez lo creo, por fin llega lo que tanto hemos esperado. Es cierto que el país ya está totalmente destruido, pero nadie mejor que esa generación que vi amontonada en una librería para reconstruirlo. En ellos, en los que escupieron, empieza el futuro.

25 diciembre 2024

El hombre y su nueva tierra


(Texto de Alfonso Quiñones sobre Estación del Norte, ya disponible en todas las tiendas de Amazon)

La madurez ha llegado con versos donde el paisaje y la mujer amada son la cella, eso que llamaban los antiguos griegos al espacio interior de forma rectangular, que constituía el núcleo de la construcción. 
Camilo Venegas Yero se ha bajado de los trenes en marcha y de esa remota localidad cubana llamada Paradero de Camarones desde sus textos no sólo poéticos. Aprender a soltar parece haberle enseñado Diana Sarlabous, compañera de poemas y viajes, de vida y desvida. 
Sus versos, finalmente se han adentrado en ese territorio existencial que es el adueñarse del universo, más allá del Atlas que le regaló su abuelo. Estación del Norte llega después de su novela Atlántida, donde no ha inventado un Macondo, sino una nueva localidad que ha poblado el mapamundi real de la literatura.
Más que andar en trenes, Camilo hace el camino a Santiago de Compostela, y desanda el territorio español, su nueva geografía. Estos poemas han parido viñetas poéticas, que a su vez han dibujado un nuevo atlas, el íntimo que se ha ido armando, entre la animalia que conocimos con El hombre y la tierra, mientras se quita la piel de turista y fecunda las nuevas memorias, con versiones cada vez más redondas de la madurez. 
“Volver a estas piedras es mi destino”, parece decir con Brodsky. Camilo ha logrado, como pocos, el sosiego que le aporta el amor definitivo, y él nos devuelve ese fenómeno tan peculiar en versos breves, de corta respiración, con los cuales nos acostumbramos al nuevo fervor del poeta: el de la mirada universal y la profundidad del vuelo en picada del águila perdicera.

22 diciembre 2024

Lectura teatral de "La capital del sol"


Gracias a Esther María Hernández y Antonio José Ponte supimos de la lectura teatral de “La capital del sol”, una tragicomedia en tres actos de César Pérez, en la Librería Arenales. 
Los actores Beatriz Viñas, Rey Montesinos, Carlos Alejandro Halley, Raúl Capote, Grisell Monzón, Betiza Bismark, Claudia Muñiz y Michel Labarta, que pusieron la voz y las intenciones estuvieron excelentes. 
Aunque aún no ha sido estrenada, ese sagaz abordaje de la Cuba fallida y los despojos de una sociedad en ruinas, con recursos del teatro bufo y el teatro clásico español, es ya es una de las joyas del teatro cubano contemporáneo.