Hoy almorzamos un delicioso potaje de frijoles blancos. Diana Sarlabous le pone ajo, cebolla, pimentón de la Vera y chorizo oreado. Pero el secreto no está en los ingredientes sino en que los frijoles sean Goya. Porque si son Goya, tienen que ser buenos.
Al final de la comida, hice algo que no suelo hacer. Me paré de la mesa antes de terminar la taza de Bustelo. No pude contenerme. Necesitaba dejar constancia cuanto antes de mi solidaridad incondicional, mi respeto y mi cariño por Susana Pérez, quien hoy es víctima de la rabia buenista.
Ella fue uno de los primeros amores de mi vida (aunque se llamaba Cruz, era gitana y estaba enamorada de otro). Cada vez que aparecía en la pantalla, mis ojos se clavaban en los suyos. Luego, personaje tras personaje, se convirtió en una de las actrices cubanas que más he admirado.
Los cazadores de brujas ya son, como el coronavirus, una pandemia. El tribunal de Salem ahora juzga por todo el mundo. Lo mismo boicotean a un sazón que persiguen a una bella cubana. Son capaces de todo por tal de quitarle la palabra a los que piensan diferente (y una vez que se la quitan, hacen lo indecible para no devolvérsela).
Aunque sé que los ataques la harán aún más fuerte, le mando un abrazo grande desde la Loma de Thoreau, territorio libre de buenismo. Con Susana, todo. Contra Susana, nada.
5 comentarios:
La rabia buenista, como la histeria caudillista, son los dos lados del mismo espectro. Venenos para la libertad de pensamiento que, por supuesto, acaban siendo siendo antídotos el uno del otro.
ERES LO MAXIMO, FOGONERO!!!
En tus palabras está el sentir de millones . Como siempre mi abrazo hasta la loma a los dos .
Me encanto eso de la rabia buenísta... le envío mi abrazo a Susana !!!!!
Que pena lo mismo han hecho con Gente de Zona
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