24 julio 2020

Las palomas de la terraza

El amanecer les pertenece.

Por eso quito las cortinas

si hacer ruidos

y salgo sigiloso.

No me atrevo 

a interrumpir

su silencio

ni a espantar 

esa luz

que dura tan poco.

 

Siempre las encuentro

a primera hora

del verano.

No puedo decir

cuando ni cómo

se marchan.

Seguro 

que desaparecen

en cuanto comienzan

los estruendos 

de la mañana.

 

Hechas del mismo albor

que nos despierta,

las palomas de la terraza

solo suben hasta aquí

para tratar

de demostrarnos

cuán efímera es la belleza.

1 comentario:

ketty dijo...

de todos los fogoneros el poeta siempre ha sido mi preferido desde que lo conocí con el pelo largo en las aulas de la escuela de arte