Esta noche que tenemos delante
es una vieja conocida.
Recuerda que estaba
en la Arzobispo Portes
aquella madrugada
en que me subí a tu carro
para besar las palabras
que estabas a punto de decir.
Solo un mes después,
en el malecón de La Habana,
se sentó junto a nosotros
para escuchar
aquellas voces de mala muerte
que tenía al mar
como música de fondo.
Luego nos volvimos a ver,
camino a Montecristi,
cuando tus ojos
era la única luz que teníamos
para avanzar por el bosque seco.
Ahora aquí,
con el Atlántico como testigo,
se extiende para que repitamos
todo lo que nos ha oído decir
tantas veces.
Tus manos pequeñas
dentro de las mías,
las constelaciones
proyectadas
en una enorme pantalla
y ella,
dispuesta a seguirnos
por el Viejo San Juan,
siempre atenta,
como si no quisiera
perderse
el momento
en que yo vuelva
dentro de las mías,
las constelaciones
proyectadas
en una enorme pantalla
y ella,
dispuesta a seguirnos
por el Viejo San Juan,
siempre atenta,
como si no quisiera
perderse
el momento
en que yo vuelva
a besar tus palabras.
1 comentario:
¿Influencias?
"Tus manos pequeñas
dentro de las mías"
"Tu boca pequeña
dentro de mi beso"
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