Diana Sarlabous sabe que, cuando me enchucho en un autor o un tema, acostumbro a prepararme largos ciclos individuales. Ese es el caso, ahora, de Sam Shepard. Reapareció en Bloodline, interpretando un personaje ya inolvidable para mí (el patriarca de los Rayburn) y desde entonces estoy releyendo sus libros y volviendo a ver algunas de sus películas.
Sam, además de ser el dramaturgo más representado en Estados Unidos después de Tennessee Williams, fue líder de una banda de rock y escribió la letra de "Brownsville Girl", una de las canciones más largas de Bob Dylan y una de mis preferidas para atravesar a La Habana en bicicleta.
Shepard también ha escrito extraordinarios libros de cuentos, es excelente poeta y fue el compañero de Jessica Lange desde Frances Farmer hasta hace unos pocos años. Como parte de mi "Ciclo Sam Shepard", anoche volví a ver París, Texas. La película está inspirada en su libro de cuentos Crónicas de motel y el guión fue escrito a cuatro manos, entre él y Wim Wenders.
Aunque siempre me fascinó desde el mismo primer plano, ahora me parece mucho mejor que cuando la vi por primera vez. Sentado otra vez frente a ella, siento lo mismo que con Thelma & Louis, todas las palabras están puestas en el sitio excato donde deben ir, cada imagen da la impresión de ser una foto fija inolvidable.
En Santo Domingo llueve desde hace horas y las guitarras de "Desolation Row" me llevan a una nueva jornada laboral, pero yo sigo funcionando en el modo Sam Shepard. Lo seguiré haciendo cuando escampe.
Sam, además de ser el dramaturgo más representado en Estados Unidos después de Tennessee Williams, fue líder de una banda de rock y escribió la letra de "Brownsville Girl", una de las canciones más largas de Bob Dylan y una de mis preferidas para atravesar a La Habana en bicicleta.
Shepard también ha escrito extraordinarios libros de cuentos, es excelente poeta y fue el compañero de Jessica Lange desde Frances Farmer hasta hace unos pocos años. Como parte de mi "Ciclo Sam Shepard", anoche volví a ver París, Texas. La película está inspirada en su libro de cuentos Crónicas de motel y el guión fue escrito a cuatro manos, entre él y Wim Wenders.
Aunque siempre me fascinó desde el mismo primer plano, ahora me parece mucho mejor que cuando la vi por primera vez. Sentado otra vez frente a ella, siento lo mismo que con Thelma & Louis, todas las palabras están puestas en el sitio excato donde deben ir, cada imagen da la impresión de ser una foto fija inolvidable.
En Santo Domingo llueve desde hace horas y las guitarras de "Desolation Row" me llevan a una nueva jornada laboral, pero yo sigo funcionando en el modo Sam Shepard. Lo seguiré haciendo cuando escampe.
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