Los pueblos que el viento por fin borró del mapa,
hace mucho que no estaban en su sitio.
Allí sólo quedaba la sombra de los muros,
algunas costumbres
y las palabras que más ayudan a vivir a la intemperie.
Lo que el agua dejó en claro
es el cálculo exacto de lo que en verdad había.
Una vez que se limpien los escombros se podrá verificar,
con toda claridad, el saldo que nos dejó la tormenta,
la otra, la más persistente de todas.
1 comentario:
Así mismo es: la otra.
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