26 diciembre 2020

La mirada salvaje de un cazador

El día que Buck se sumó a nuestra familia fue muy tenso para todos. Jack ya vivía en la Loma con Laika (ella lo cuidó desde cachorrito, por eso aún hoy es un labrador que se comporta como un bóxer). Pero nuestra querida perra ya estaba vieja y enferma, cada vez que volvíamos a la Loma la encontrábamos peor.
Diana y yo lo habíamos comentado más de una vez. Teníamos que buscar una cachorrita para que Jack no se quedara solo cuando Laika ya no estuviera. Entonces fui al supermercado con una pequeña lista de cosas que comprar y pasé junto a la tienda de mascotas. Allí estaba él. 
Su mirada fue irresistible. Tuve que entrar y meter mis dedos en la jaula para acariciarlo. Era una devolución (por eso sobresalía del resto) y estaba en descuento. Una humillación para un animal tan hermoso. Logré un descuento aún mayor y me aparecí con él en casa. 
“¡Todavía no era el momento!”, protesto Diana. Discutimos un largo rato. Ella y yo no separamos nada, desde el dinero hasta las decisiones. Por eso le molestó tanto que me apareciera con aquel perro que, nada más entrar, empezó a derribarlo todo y se lanzaba contra las puertas de cristales.
Hubo que sedarlo para traerlo a la Loma. Todo el camino durmió en el regazo de Ana Rosario. Pocos días después Laika murió y en apenas unas semanas Buck se convirtió en el jefe del territorio. Aunque me relaciono con ellos sin distinción, debo admitir que él siempre se las arregla para estar a mi lado.
Por eso ve todo lo que hago. Cada vez que he atrapado un ratón. Él me acompaña a buscar el cubo de agua para ahogarlo y me avisa cuando deja de ver las burbujas. Hace unos días, me vino a buscar y me llevó a su tina de agua. Había un ratón ahogado. Luego dos. Después otro.
Hoy en la madrugada me extrañó que no estuviera en la puerta esperándome y salí a buscarlo linterna en mano. Estaba en la tina, ahogando a un ratón que acababa de atrapar. No me saludó hasta que dejó de ver burbujas. Aunque su mirada sigue siendo irresistible, en ese momento era la mirada salvaje de un cazador.

No hay comentarios: