Hoy es el cumpleaños de mi hermano Renay Chinea, uno de los tipos más lúcidos y buenos que he conocido en mi vida. Nacimos y nos criamos a unos pocos kilómetros de distancia. Él en Mal Tiempo y yo en el Paradero de Camarones. Pero la geografía no nos ayudó, solo coincidimos ya éramos viejos.
Por años, tuvimos que oír el uno del otro. Los que me hablaban de él y los que le hablaban de mí, coincidían en que éramos idénticos. Parientes, conocidos, amigos, ex novias y hasta enemigos no se cansaban de señalarnos puntos en común. Por fin nos encontramos en septiembre de 2018.
Entonces descubrimos que en verdad nos parecíamos muchísimo, desde la forma de ser y pensar, hasta la manera de joder y burlarnos de todo (empezando por nosotros mismos). Recuerdo que Elina y Diana se hicieron la misma pregunta: “¿Cómo se van a reconocer en la estación de Girona, en medio de tanta gente?”
“Los guajiros de Las Villas somos inconfundibles”, respondimos los dos por separado. No puedo celebrar su cumpleaños sin brindar por el enorme privilegio que significa para mí ser cuñado de Elina y tío de Pipo y Lucas. Un abrazo grande, compay. Este Brugal va por ti.
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