En 1978, Cuba fue sede del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, un carnaval ideológico que se rifaban las antiguas dictaduras comunistas para citar a progresistas de todo el mundo. Un año antes, la prensa convocó a un concurso para elegir la canción tema.
Participaron muchísimos compositores y casi todos los miembros de la Nueva Trova, la organización que ya controlaba al movimiento que se había dado a conocer como “canción protesta”. La obra ganadora fue “En busca de una nueva flor”, de Mike Porcel.
La radio y la televisión reproducían una y otra vez aquella hermosa pieza que, en voz de Argelia Fragoso, se incrustó en el inconsciente colectivo. De pronto, en 1980, la canción y el nombre de su autor desaparecieron del éter cubano. Mike Porcel había decidido marcharse y todo el odio del país le cayó encima.
Los miembros de la Nueva Trova, sus antiguos compañeros, le escribieron una carta infame (solo superada por otra que algunos de ellos firmaron años más tarde, apoyando el apresurado fusilamiento de tres jóvenes). No satisfechos con eso, fueron hasta casa de sus padres y le hicieron un acto de repudio.
La dictadura permitió que su esposa y su hijo salieran del país, pero Mike Porcel tuvo quedarse y vivir en la ignominia. Se refugió en una iglesia, donde trabajó de organista. Toda su obra fue censurada y solo una intérprete, Beatriz Márquez, se atrevió a seguir cantándolo en las oscuras e inadvertida noche de los cabarets.
Un documental que José Luis Aparicio Ferrera y Fernando Fraguela Fosado dedican a Mike Porcel y su obra, fue censurado recientemente por el ICAIC, el instituto que gestiona la producción cinematográfica del régimen. En solidaridad, un grupo de jóvenes retiraron sus obras de la Muestra donde se exhibiría.
Aparicio y Fraguela recibieron de sus colegas el apoyo que nunca tuvo Porcel. Esta vez la dictadura se quedó sola con su intolerancia y se vio forzada a suspender el evento donde se presentaría Sueños al pairo. Gracias a su rabioso totalitarismo, el nombre del genial músico cubano ha vuelto a estar en boca de todos.
En Cuba no quieren que recordemos a Mike Porcel. El suyo, es uno de los capítulos más infames del régimen que enfrentó amigos, vecinos y familias hasta que todos acabaron repudiando su propia dignidad. La nueva flor que buscábamos nunca apareció. Antes, la revolución se pudrió hasta sus mismas raíces.
La carta que el Movimiento de la Nueva Trova le envió a Mike Porcel. |
2 comentarios:
Con este parrafo que escribes no es necesario decir nada mas
“Los miembros de la Nueva Trova, sus antiguos compañeros, le escribieron una carta infame (solo superada por otra que algunos de ellos firmaron años más tarde, apoyando el apresurado fusilamiento de tres jóvenes). No satisfechos con eso, fueron hasta casa de sus padres y le hicieron un acto de repudio.”
Siempre buscaba, incluso acá " ay! del amor, para mi una de sus más bellas canciones. Muy Camilo esto. Gracias
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