04 enero 2018

El derecho a ser cubano y a tomarse un vaso de leche

Ilustración de Alen Lauzán.


La dictadura de Cuba usa todos los medios que están a su alcance para privar a sus ciudadanos de sus derechos fundamentales. A veces, incluso, trata de hacerlo hasta con los que no alcanza. Como ahora, que pretende condicionar el acceso a la nacionalidad de los hijos de cubanos nacidos en el exterior.
Cuando el general Raúl Castro tomó las riendas del país (la palabra finca ya es más precisa), decretó una serie de medidas que generaron una crisis de entusiasmo en no pocos. Prometió, entre muchas otras cosas, la posibilidad de que los cubanos viajaran con libertad y un vaso de leche para cada niño.
Lo primero se implementó a medias. No fue hasta esta semana en que se decidieron a dejar sin efecto la vergonzosa “habilitación”, una especie de visa que autorizaba a los cubanos exiliados a entrar en su propio país. Lo segundo, el vaso de leche, sigue siendo una quimera inalcanzable.
También como parte de las medidas que entraron en vigor esta semana, los hijos de los cubanos residentes en el extranjero podrán obtener la nacionalidad sin necesidad de vivir durante un tiempo en la isla. Para lograrlo, los solicitantes deben cumplir ciertos requisitos.
Además de tener que aprobar un examen donde demuestren sus conocimiento sdel sistema político impuesto y del “acontecer nacional”, los padres de los solicitantes no pueden haber cometido ningún acto considerado contrarrevolucionario. Ya la dictadura penalizaba la posibilidad de delinquir, ahora también contempla los "delitos" ajenos y de manera retroactiva.
Ana Rosario Venegas nació en Maternidad de Línea y eso nadie lo puede borrar ni cambiar, ya es tarde para quitarle su pasaporte cubano. Pero si no lo tuviera, no la haría pasar por esa vergüenza. Ser cubano nunca dependerá de ese bochornoso pasaporte que tanto esquilman y envilecen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Camilo:
Yo me siento cubano hasta la médula,no necesito un pasaporte para demostrar mi nacimiento. Que se queden con las ganas,estos dinosaurios ,yo soy un hombre libre.
Sî,extraño mucho mi pueblo,el central Hormiguero,las personas que quiero y que conozco. Los fines de semanas cuando paseaba por Palmira, disfrutar de la compañía de los amigos.
Volvería a Cuba, cuando la patria sea libre de toda la lacra que la tiene secuestrada y humillada...recuerdo unas palabras de Jose Marti que era mejor estar sin patria,pero sin amo.