31 julio 2011

El puente de Segabien


Alfredo Zaldívar es uno de mis seres más queridos en Cuba. Nos conocimos a finales de los años ochenta. Entonces él dirigía la Casa del Escritor y comenzaba la aventura de Ediciones Vigía, donde se publicaban libros hechos a mano (uno de esos tantos disparates que los cubanos somos capaces de emprender para hacer realidad cualquier sueño).
Poco tiempo después me integré al equipo de Ediciones Vigía. Aunque en ese momento ya había descubierto que quería ser escritor por el resto de mi vida, debo admitir que en el lugar había algo que me gustaba más que la literatura: estaba rodeado de trenes y puentes.
Recuerdo que Zaldívar se reía de mí, porque cada vez que yo sentía el pitazo de una locomotora, dejaba lo que estuviera haciendo para asomarme en un balcón a verla cruzar sobre el puente giratorio del río San Juan. Tengo recuerdos imborrables de ese puente. Le dediqué varios poemas, lo crucé a pie, emborrachado con los pretextos que mejor valen una borrachera.
Hace un tiempo recibí un email de Zaldívar: “Aquí tienes un regalo muy especial, pues sé que cuando viajabas del Paradero de Camarones a Matanzas venías por la Línea Sur y te bajabas en la estación de Unión de Reyes. La locomotora es preciosa, la imagen fue tomada en 1925, el puente, no menos bello, fue proyectado por el francés Jules Sagebien, el arquitecto de la ciudad de Matanzas”.
Fiel a su meticuloso carácter, Zaldívar abunda: “Algunos especialistas consideran a Matanzas, primera ciudad moderna de Cuba, como la ciudad de Sagebien, también conocido como ‘el ingeniero de Cuba’. Data de la primera mitad del siglo XIX, sin lugar a dudas. Todo lo grande de esa época, con reconocimiento al nivel internacional más alto en la construcción de obras ingenieras y edificios, tuvieron su impronta”.
Me produce una gran felicidad saber que yo pasé por encima de ese puente. A través de él llegué a uno de los lugares donde más feliz he sido. Ahora, una vez más, lo cruzo para darle otro abrazo a mi querido Zaldívar. Ese viejo tren de los Ferrocarriles Unidos de La Habana me lleva al futuro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, me encanta tu blog...soy una enamorada de los trenes y de las construcciones, quizas por eso estudie ingenieria vial y trabaje por ano en los FFCC,gracias por toda la poesia que pones en ellos