Siempre que pienso en Basilia me imagino a esta muchacha, que fue retratada por el fotorreportero norteamericano Lee Lockwood en la Cuba de los años 60. |
Varios amigos del Paradero de Camarones, que conocieron tan bien como yo a todos los personajes de la novela Atlántida, me han preguntado quién es Basilia. Ella y Andrés el Ruso son los dos únicos personajes que no son reales en la historia, aunque sus nombres se los debo a dos hermanos que sí existieron.
Andrés vivía en un extremo del pueblo y su madre en el otro. Todas las tardes atravesaban el Paradero de Camarones caminando sobre los travesaños de la línea. Al pasar frente a la estación, saludaba a mi abuelo de la manera en que lo hace el personaje que lleva su nombre al principio de la novela.
Era altísimo (no sé si aún vive) y tenía el pelo rojo. Apenas hablaba, parecía alguien que había venido de otra parte. Hasta ahí llega lo de real que hay en él. Todo lo demás es ficción. Su hermana Basilia, extrovertida y alegre, me regaló su nombre y su carácter. Solo eso.
Del maestro Gustavo Molina lo único que es ficción es su relación con Basilia (que espero que Gladys me perdone). No le cambié el nombre porque quiero hacerle un homenaje a todo lo que nos enseñó el hombre real, a los esfuerzos que hacía por convertir aquella pequeña escuelita rural en una enorme puerta por la que uno salía cada mañana a conocer el mundo.
El resto de los personajes son reales y la mayoría de las situaciones ocurrieron o pudieron ocurrir. La novela empieza en enero de 1978 y se acaba en diciembre de ese año. Siempre me ha costado mucho trabajo escribir algo que no empiece y se acabe en la misma página, por eso está hecha de pequeñas viñetas que pueden leerse de manera independiente.
Son doce capítulos, uno por mes. Elegí esa estructura porque me permite contar, además de la evolución de la trama, los cambios que producen cada época del año en el pueblo. No teníamos estaciones. Le llamábamos zafra a lo que en otros países es el otoño y el invierno, tiempo muerto a la primavera y vacaciones al verano.
Aunque siempre digo que es una novela, no la he escrito con esa intención. Mi verdadero propósito es poder entrar y salir de mi lugar en el mundo cuando todavía todo estaba intacto. En esas páginas cada cosa está a salvo de la muerte y la destrucción. Aunque al final no pueda evitar que todo empiece a derrumbarse.
Por eso Basilia no podía ser real, porque ella tiene que contar la verdad sin que nadie tenga que pagar por las consecuencias que eso siempre trae.
1 comentario:
Caramba que buen blog hermano. Sabes creo que soy amigo de una pariente tuya; Yeni Yero Ortiz. Además que desde niño estuve muy ligado al Paradero. Yo soy de Potrerillo pero mi abuela materna; Blaza Ruiz vivía ahí y de seguro conociste a mis tíos que vivían en las casitas de El mango, tu sabes, se iba todo derecho por la calle de la gasolinera que se convertía en guardarraya justo frente a la casa de Everildo el camionero (no sé si vive aún). Nombres como Pablo Sánchez, Jose Luis Sánchez (El ruso), Isabelita te puedo decir, esos son mis familiares. Te felicito, muy excelente trabajo compay. Un saludo desde la agitada y siempre furiosa Buenos Aires.
Ramón Santana Sánchez 29/8/2021
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