09 noviembre 2018

El largo tren de árido

Haremos paredes,
levantaremos muros,
escribiremos 
en el cemento fresco
nuestros nombres
y las palabras
que nunca
quisiéramos olvidar.

Construiremos un mundo 
perfecto,
mucho mejor
del que nos prometieron
y del que soñamos
alguna vez.
Todo eso será posible
en algún momento
de nuestras vidas,
o la de nuestros hijos,
o la de nuestros nietos,
o, con demasiada
mala suerte,
la de nuestros biznietos.

Solo debemos tener
paciencia, 
mucha,
muchísima paciencia.
Recuerda, 
primero 
debe 
acabar de pasar 
el largo tren de árido.

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