Copié y pegué este párrafo de “Andrés Calamaro: ‘Propongo no tomarse demasiado en serio las discusiones’”, una entrevista que Luis Ventoso le hizo al autor de “Media Verónica” para el diario español ABC. Es parte de una de la respuesta a una pregunta: “¿Le satura la corrección política?”:
“Lo que antes llamábamos «corrección política» ahora es el escenario de disparates y reivindicaciones, algunas de la cuales no son ni siquiera necesarias. La rabia de los defensores de los «derechos humanos de los animales», los insultos y el ridículo asco que aseguran «sentir»; la ideología como mueca, casi como burla de la tradición de una ideología intelectual… La revancha permanente y buscar culpables”, respondió Calamaro.
Unos párrafos más abajo, Ventoso le pregunta al Salmón sobre el rechazo fundamentalista de la «izquierda caviar» a las corridas de toros. Esta fue su respuesta:
“Estas intervenciones morales son francamente desagradables; la inteligencia es amoral. Puedo admitir cuestiones estadísticas o jurídicas, pero oponer una moralidad supuestamente superior, o más sólida, es un delirio. Si la izquierda es verdadero caviar, entonces van a bajar un poco el tono delirante de las hordas justicieras que celebran las heridas de un torero y luego exigen mayor empatía”.
Coincido con los que dicen que ha escrito las mejores letras del rock en español, junto a Joaquín Sabina. También estoy de acuerdo en que, primero con Los Rodríguez y después en solitario, ha logrado que por fin el rock en español suene a rock de verdad. Pero lo que más disfruto, además de su obra, claro, es coincidir con su actitud y sus posturas.
A diferencia de otros que tuve que dejar sentados en una silla, en el borde del camino, Andrés Calamaro nunca me ha traicionado.
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