Filmación de Una pelea cubana contra los demonios (1971). De izquierda a derecha: Raúl Pomares, Tomás Gutiérrez Alea, Mario García Joya y Vicente Revuelta. (Foto publicada por cortesía de Iván Cañas) |
Ahora
está mejor que la última vez que la vi. Eso siempre me sucede con el cine de Tomás
Gutiérrez Alea, va mejorando en la medida en que pasan los años. Por eso, cada
vez que termino de ver una obra suya, me produce el mismo desasosiego. Pienso
en los proyectos que no realizó, en las ideas que le frustraron y en los filmes
que le mutilaron.
Recientemente,
la revista mexicana Letras Libres
publicó una entrevista a un desfachatado Alfredo Guevara. Con una total falta de
pudor (que uno al final acaba agradeciendo), el célebre censor cubano confiesa
algunas de las atrocidades cometidas, por él y por otros líderes, durante el
proceso que fue convirtiendo a la revolución cubana en una dictadura.
Hay
historias que Guevara escenifica, como la expropiación de la televisora de
Gaspar Pumarejo. “Fui acompañado de unos cuantos salvajes con mandarrias”,
confesó el anciano. ¿Qué habrán pensando de él los artistas que le vieron
llegar, con dos pistolas al cinto y un saco por encima de los hombros, como si
fueran las alas de Maléfica?
Ya
sin las pistolas, pero aún con el saco, Alfredo Guevara se encargó de decidir
cuáles películas se hacían en Cuba y cuáles no. Esa caprichosa política en
manos de alguien tan caprichoso acabó teniendo unas consecuencias terribles en
la obra de Titón, quien en la década del 80, en su momento de mayor madurez,
solo pudo hacer dos películas.
Tratando
de justificar las impúdicas confidencias de Guevara (las cuales fueron
desnudadas con lucidez por Haroldo Dilla), Julio César Guanche recordó que
gracias al burócrata se produjeron “expresiones fundamentales de la cultura
cubana y latinoamericana contemporáneas”.
Lástima
que esa vocación de hada madrina del funcionario no alcanzara para salvaguardar
la obra de Tomás Guiérrez Alea, el único genio del cine cubano, a quien el
Guevara censor le paralizó, frustró o rechazó varios proyectos. Justo a Titón,
quien supo traducir a una pantalla, como nadie, las claves de lo cubano.
Quizás
la frase más insultante de Alfredo Guevara es esa donde asegura que el pueblo
de Cuba no vale la pena. “¿Tú crees que con esos culos y con esas licras
alguien puede entender Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana?”, le preguntó a su entrevistador. La conversación ocurrió en La
Habana, en 2013, poco antes de su muerte.
En
1971, en una escena ambientada en el Remedios del siglo XVII, Titón hace que José
Antonio Rodríguez, desde la piel de un inquisidor, se queje de lo mismo que
Alfredo Guevara:
—Mira
este pueblo, Evaristo —dice el sacerdote—: Ladrones, miserables, anormales, enfermos,
resentidos, incapaces, negros, viciosos, brujos, mujeres libres, aventureros,
criminales… Qué gente supersticiosa y malvada, qué vida suelta y ancha. ¡En
España muchos hubieran acabado en la hoguera, pero aquí andan haciendo de las
suyas. ¡Qué pueblo este!”
Tanto Una pelea cubana contra los demonios, como la entrevista, están basadas en hechos reales. En la distancia, filme y cuestionario acaban abordando la misma Cuba, esa donde la chispa que prende la hoguera depende de las ambiciones y la vanidad de un solo individuo. A veces lleva sotana, a veces un uniforme verde olivo y a veces un saco por encima de los hombros.
Tanto Una pelea cubana contra los demonios, como la entrevista, están basadas en hechos reales. En la distancia, filme y cuestionario acaban abordando la misma Cuba, esa donde la chispa que prende la hoguera depende de las ambiciones y la vanidad de un solo individuo. A veces lleva sotana, a veces un uniforme verde olivo y a veces un saco por encima de los hombros.
12 comentarios:
Como todo en la vida, ambos tenemos amigos comunes y no comunes. Sin embargo, en tu caso particular, y sin que medien esas "amistades", ni para bien, ni para mal, siempre te admiro.
Por si no lo conoces, quiero compartir contigo este pequeño comentario que publiqué hace varias semanas en el Listín, y que ha sido muy atacado en los pasillos de la ultraizquierda dominicana, con amenazas anònimas incluidas.
http://www.listin.com.do/ventana/2014/6/6/324907/No-creo-que-mi-pueblo-valga-la-pena
Un fuerte abrazo,
MAGISTRAL!!!
Guajirito, tienes una gracia envidiable para combinar la lucidez y el candor con la ironía y el sarcasmo. Un beso grande desde Berlin de una lectora que no te piede ni pie ni pisada.
ÑOOO ASEREEE LA BOTASTE CON ESO DE ALFREDO GUEVARA CON LAS ALAS MALEFICA... ME PARTI DE LA RISA!!!
Muy buen artículo, Camilo, Gutiérrez Alea el más grande cineasta cubano, en sus películas siempre encontramos un subtexto que pone a pensar. El paralelo que estableces con la entrevista de Alfredo Guevara . Toda la razón.
Siempre paso por el Fogonero a ver si hay cosas nuevas y hoy sali premiado... Este post es una joya, Camilo... Gracias!!!
Eso que hiciste entre la pelicula y la entrevista es un montaje paralelo y te quedo como a Coppola en el Padrino!! eres un monstruo, fogonero!
TIENES TODA LA RAZON. POR ESO TE PERDONO HASTA LA INCORRECCION POLITICA EN LA BROMA DE MALEFICA.
Qué pluma, amigo! (La tuya no las de AG). Un abrazo. Comparto en mi muro.
Chapó
Muy bueno, Camilo. Un abrazo.
Gracias a usted por el articulo y a mi padre por su obra, a todos por sus comentarios, sin dudas una de mis favoritas.
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