13 julio 2010

Nosotros cantábamos boleros

Éramos doce. Ocho cubanos, dos dominicanos y una brasileña. Algunos celebrábamos un esperado reencuentro y otros la fortuna de habernos conocido. Temprano en la noche vimos un concierto de Jorge Drexler, en Madrid, y otro de Ray Charles, en Río de Janeiro. Bebíamos rones, vinos y ese raro destilado que se produce cuando se advierte que las cosas que parece que sucedieron ayer, ya son un pasado remoto, irrecuperable.

Freddy Ginebra, después de quedarse ronco en la calle, porque la música estaba demasiado alta y no oíamos ni sus gritos ni sus llamadas a los celulares, se apareció con una enorme paella. En la terraza, a pesar de que el verano de Santo Domingo se resistía a dejarnos en paz, llegaba de vez en cuando un confortable aire frío. Gracias a eso, Gloriosa reconstruyó la relampagueante y surrealista visita de André Bretón a La Habana.

Hubo un momento en que se acabó la música y, sin que nadie se lo pidiera, Yordanka empezó a cantar. Uno tras otro, se sucedían las canciones, los abrazos y los brindis. Fue entonces que alguien reparó en que Olga Guillot acababa de morir. Muchos aún no se habían enterado de la noticia. De manera unánime, sin que nadie lo propusiera, nos callamos por más de un minuto.

Nosotros cantábamos boleros, pero en ese momento dejamos que Olga, en silencio, volviera a su trono.

6 comentarios:

Odette Casamayor dijo...

Hermoso.

Ambiorix Rodriguez dijo...

Increiblemente sublime! "Nosotros cantábamos boleros, pero en ese momento dejamos que Olga, en silencio, volviera a su trono."

Lucero dijo...

Maravilla de crónica, un homenaje conmovedor.

Teatro de La Luna dijo...

¡¡¡GRACIAS CAMILO!!! Bellísimas palabras.
Me encanta que hayamos sido protagonistas, junto a ti, de esa noche maravillosa.
Besos
Todos

SENTADO EN EL AIRE Juan C Recio blog dijo...

Casi me pierdo esta pieza, hermosa; muy conmovedor y muy sincero homenaje, un abrazo.

I. Hernández dijo...

Camilo,

Me uno a tu homenaje desde mi blog.


saludos,


ihos