19 diciembre 2018

Un día interminable

Ha sido un día interminable.
Fue agotador el trabajo
con unos textos que debía.
Luego llamó otro cliente 
para discutir
las palabras de un hashtag. 
Mientras hablábamos,
en mute,
puse a Harry Dean Stanton
a andar por el desierto.
No estaba en Paris, Texas
sino en la última escena
de su vida.
La voz en el télefono
decía cosas que ya 
no entendía y Harry 
avanzaba en dirección 
a la cámara.
Se acercó lo suficiente.
Luego se detuvo,
me miró por un momento,
sonrió,
dio la espalda 
y caminó 
hasta perderse de vista.

No recuerdo lo que propuse,
pero al cliente le gustó 
el hashtag y me dejó tranquilo.
Bajé a ponerle comida
a los perros,
destorcí la manguera
del jardín,
guardé las herramientas
y cargué con más leña
para la chimenea.
Ya volvía a la casa
cuando te vi
junto a las buganvilias.
Me acerqué lo suficiente.
Luego me detuve,
te miré por un momento,
sonreí,
di la espalda 
y caminé 
hasta perderme de vista.
Tú serás mi único recuerdo
de este día interminable.

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