El cineasta Miguel Coyula y la actriz Lynn Cruz se manifiestan contra el Decreto 349. |
El Decreto 349, firmado por Miguel Díaz-Canel apenas unas horas después de asumir la presidencia, le pondría un candado a la jaula de la creatividad en Cuba. Si no se enmienda, todo artista deberá tener permiso de una institución del régimen para poder actuar, exponer o comercializar sus obras.
La disposición, que ha provocado el rechazo incluso entre creadores oficiales, tiene un antecedente: “Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho”, la máxima pronunciada por Fidel Castro en el encuentro que sostuvo con un grupo de intelectuales en junio de 1961.
Si entonces no quedó ni el más mínimo resquicio para la independencia política de los creadores, dejándolos encerrados en la jaula de la “fidelidad a la revolución”; ahora se le pondría un cerrojo administrativo, asegurándose de que nadie pueda producir una obra sin la previa autorización de un censor.
En un comentario publicado en su blog, Segunda Cita, Silvio Rodríguez especuló que “el Decreto 349 fue algo que le pusieron delante a nuestro Presidente [Díaz-Canel] para que lo firmara, sin haber sido discutido entre los artistas”. “Fue algo cocinado entre pocos”, afirmó.
El actor Luis Alberto García, en un breve post que enmarcó en negro en Facebook, se refirió al embate oficial contra los creadores que, dentro de Cuba, se oponen al decreto: “La Jiribilla y sus secuaces: a diestra y siniestra (más bien a la siniestra) escupiendo y denostando a creadores y artistas que no se agachan”.
El decreto 349, además de exigirle a los artistas un permiso para poder crear, le da potestad a los funcionarios de las instituciones culturales a censurar obras y contenidos que consideren violentos, pornográficos, discriminatorios u ofensivos hacia los símbolos patrios.
Ya no estamos en 1961. El mundo es otro. Aunque Cuba ha permanecido prácticamente inmóvil durante demasiados años, en algún momento tendrá que empezar a moverse. Si es cierto que —como asegura Silvio— Díaz-Canel no sabía lo que estaba firmando, son los artistas los que deben insistir hasta que se enteren bien (él y el mundo).
El cineasta Miguel Coyula, realizador de Memorias del desarrollo (2010) y el premiado documental Nadie (2017), también se manifestó en su muro de Facebook contra el Decreto 349. Lo hizo con una foto donde aparece junto a su esposa, la actriz Lynn Cruz.
La imagen que publicó Coyula, quien crea en Cuba al margen de las instituciones gubernamentales, incumpliría las nuevas reglas de la censura y, por ende, lo convierte en un delincuente. Manifestaciones como esa son la llave que abrirá el candado del infame Decreto 349.
El hecho de que ya la revolución sea incapaz de crear, no puede significar, bajo ninguna circunstancia, que los cubanos también dejen de hacerlo.
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