Mientras caminas por Lisboa,
mientras Lisboa
pasa a tu alrededor,
oyes una canción desconocida
que crees
saberte de memoria.
Mientras subes
por el hilo de sombra
de una calle vacía,
hablas un idioma
que no conoces,
declamas unas palabras
llenas de música
que todos los que te rodean
son capaces de entender.
Mientras un tranvía
baja a toda velocidad
en dirección al Tajo,
le dices adiós
a los mismos pasajeros
de los que te has despedido
en muchos otros lugares.
Sabes que todo lo que ves
ya lo has leído,
lo has visto
o lo has escuchado
en muchas otras partes.
Aun así,
Lisboa cambiará
para siempre
tu manera de ver y de oír.
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