Cuando era niño y me entretenía pensando en las musarañas y en un sin fin de cosas imposibles, los maestros y mis padres me regañaban: "¡Estás en las nubes!", decían. Cuánto me gustaría decirles que de cierta manera tenían razón y que, al filo de los 50, hice realidad mi sueño. ¡Por fin llegué, estoy en las nubes!
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