En
abril de 1980, cuando miles de cubanos se refugiaron en la embajada del Perú en
La Habana, el gobierno de Fidel Castro reaccionó con Actos de Repudio y Marchas
del Pueblo Combatiente. En YouTube, a través de documentales y testimonios, se
pueden constatar todas las atrocidades que cometió el régimen durante esa
crisis.
Uno
de aquellos días, el periódico Granma
recopiló todas las consignas que gritaban los movilizados mientras insultaban,
golpeaban y humillaban a los que no estaban de acuerdo y preferían marcharse de
su país. Aunque aparecían malas palabras y frases realmente vergonzosas, el
sentido de la publicación era “orientar al pueblo”.
Recuerdo
que mi abuelo Aurelio (un jefe de estación que decía lo que en verdad pensaba
cuando estaba bajo la protección de su sillón de majagua) cerró el periódico
indignado: "¡Esto es fascismo!", dijo. Esa misma semana, la maestra
vino a buscarme para un acto de repudio. Era en casa de Norberto, amigo
inseparable en el aula y en los juegos.
Mi
abuelo dijo que yo estaba enfermo de la garganta y no me dejó ir. No dio más
explicaciones, ni a la maestra ni a mí; cuando la maestra se marchó, mi abuela
Atlántida me dijo que lo hacía por mi bien. Gracias a eso no fui parte del
horror, aunque no lo supe hasta muchos años después.
The New York Times acaba de recopilar todos los insultos que ha
proferido Donald Trump durante su campaña (¿él pensará que son consignas?) y
por un momento recordé a mi abuelo. Él hubiera dicho de Trump lo mismo que
decía de Fidel.
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