17 marzo 2012

No tengo suerte con los cardenales

 
El primer cardenal que conocí en mi vida fue en una pantalla en blanco y negro, de lunes a viernes, a las 7:30 de la noche. Ese era el momento en que pasaban las aventuras en el Canal 6 de la Televisión Cubana. No recuerdo al actor que hizo de Cardenal Richelieu, pero no olvido ninguna de las patrañas del personaje.
Impulsado por aquellos episodios, le pedí a mi madre que me comprara los dos tomos de Los tres mosqueteros, la novela de Alejandro Dumas. En esos libracos, de hojas amarillentas y borrosas, conocí mejor al siniestro personaje. Allí estaban descritas con lujo de detalles cada una de sus miserias.
Cuando llegué a República Dominicana encontré que, gracias a un triste Concordato, pactado entre la Iglesia Católica y el tirano Rafael Leonidas Trujillo, un cardenal manejaba al país con hilos invisibles. Su peso en la sociedad es tanto, que la mantiene anclada a un pasado la mayoría de las veces inamovible.
Luego, como si aquel personaje de la infancia no cesara de reproducirse, apareció en escena el cardenal Jaime Ortega. Este último personajillo, a pesar de parecer mucho más frágil e inofensivo que los anteriores, los iguala en perversidad. Una prueba de ello es la operación policial que acaba de dirigir en La Habana.
No tengo suerte con los cardenales. Es como si Richelieu lograra derrotar, en cada nuevo capítulo, todas las esperanzas de Athos, Porthos, Aramis y D'Artagnan. Como no soy diestro en la esgrima, no me queda más remedio que librar todos mis duelos en el terreno del desprecio.
Por eso, cada vez que veo aparecer a Jaime Ortega con su gorrito ladeado y su oportunista genuflexión, me convierto en el niño aquel que peleaba en silencio desde el banquito de ordeñar las vacas. Nadie me oye, pero siempre reitero el grito de guerra: “¡Uno para todos y todos para uno!”. 

6 comentarios:

Veronica Cervera dijo...

¡Todos para uno!

Anónimo dijo...

recuerda siempre,amigo Camilo,que la DSE esta detras de todo en Cuba,sabe dios que video o fotografias le tengan a este personaje,porque es sabida su orientacion sexual,lo que no sabe el es que cuando todo acabe se va ha saber todo quiera el o no quiera

Anónimo dijo...

LA IGLESIA CATOLICA EN CUBA AHORA ES UNA EMPRESA MIXTA COMO CUALQUIER OTRA. COMO SIEMPRE, LOS CURAS SE PONEN DE ACUERDO CON EL PODER PARA SOBREVIVIR Y MANTENERSE ARRIBA DE LA BOLA. YA SE LES OLVIDO CUANDO LOS SACARON A PATADAS DE CUBA.

Luce dijo...

Tienes una manera de contar las cosas que Dios te la bendiga a propósito de la iglesia y porque yo si creo.

Anónimo dijo...

Desgraciadamente y para verguenza de los verdaderos creyentes,la Iglesia siempre ha sido la Celestina de las dictaduras y de las malas causas.Siempre me acuerdo de mi abuela Julia que decia que ella creia en el Santisimo,pero jamas en los curas o cardenales".Espero que nuestro pueblo tenga memoria historica de esta gentuza vestida de paños santos.

Anónimo dijo...

DICES LAS COSAS MAS DURAS CON UNA CANDIDEZ ADMIRABLE. ESE ES EL ESTILO CAMILIANO. JEJE. ERES LO MAXIMO GUAJIRO.