Los voceros del régimen de La Habana en Miami hicieron el esperanzador
anuncio semanas atrás. Aseguraban que la reforma migratoria sorprendería a
todos. Vociferaban con alegría el fin de una larga tristeza: la imposibilidad
de los cubanos de entrar a su país o salir de él con libertad, sin vejámenes ni
degradaciones.
Diana se fue de Cuba a los 5 años, el 20 de mayo de 1970.
Aún guarda el documento donde se selló la despedida de su patria. Esa mañana
obtuvo el derecho de viajar por “todo el mundo excepto Rusia y sus satélites”.
Una exclusión se sumó a la otra. Todavía no iba a la escuela y ya era parte de
un conflicto internacional.
Para volver a reunirse con sus primas y poder sentarse otra
vez en uno de los bancos del parque de El Cristo, tuvo que pedir un permiso
especial en el Consulado de Cuba. El sello era válido por tres meses y para una
sola entrada en su propio país. La vergonzosa autorización tenía, además, un
precio. 80 dólares norteamericanos.
Ya no existe la Unión Soviética ni los satélites que giraban
a su alrededor, pero el documento que le dieron a Diana de niña aún tiene una
penosa vigencia. Anoche, Raúl Castro en persona se ocupó de recordarnos eso.
Con esa voz de antiguo locutor de radio que tiene, le volvió a dar marcha atrás
a la esperanza.
“Como era de esperar, no han faltado las exhortaciones, bien
y mal intencionadas, para que apresuremos el paso, y nos pretenden imponer la
secuencia y alcance de las medidas a adoptar, como si se tratara de algo
insignificante y no del destino de la Revolución y la Patria”, advirtió.
Al final, el anciano general no se atrevió a devolverle a
sus compatriotas uno de los derechos más elementales que les debe su patria.
Esa idea le sigue produciendo pánico. Sabe que hasta una niña de 5 años, una
vez que conoce a la libertad, no puede volver a ninguna parte sin llevarla
consigo.
2 comentarios:
¿Leí el anciano general o en anciano criminal? Tengo problemas con los lentes.
Una Pregunta: por qué tiene el gobierno Castrista que darle la libertad a los cubanos? Casi todas las respuestas que escucho, son ditirambos de orden moral, ético, y de otra índole no significativa en Política!!. Y eso no mueve las aspas de La Historia.. Si los cubanos quieren Libertad, incluidos nosotros, van(mos) a tener que empessar a pensar que tienen que meter más presión y mostrar, como mínimo, más descontento. Consabido es: la Libertad no se mendiga, se conquista con el filo del machete!!!. Queda una de estas tres: o se es mas indócil, y menos obediente.. o se largan a un exilio donde está la libertad ya creada, a un precio personal altísimo.. o se es paciente y a aguantarse hasta que se mueran estos hijoeputas!Es lo que hay!!
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