Qué difícil resulta, compañera,
Acabar de situarte en tu lugar.
Qué manera de alzarte la primera,
Qué justicia tan última en llegar.
Tu sereno perfil, tu larga espera,
Tu esperanza que no ha de terminar.
Te moldearon de estoica madera,
Que resiste el más viejo vendaval.
Yo te saludo en nombre de los nuevos,
Los que no han de acusarte por amar,
Los que amando contigo se hacen buenos,
Porque buena es tu savia original.
Los que respetan tu delicadeza,
Los que admiran tu triple condición,
¡Qué Mariana, qué obrera, qué belleza!
Mil perdones, recibe esta canción.
Yo guardé para ti el hermoso sueño
De esa inmensa capacidad de amar,
Que me lleva por límites sin dueños
De tu mano dejándome guiar.
Yo te saludo en nombre de los nuevos,
Los que no han de acusarte por amar,
Los que amando contigo se hacen buenos
Porque buena es tu savia original.
Los que respetan tu delicadeza,
Los que admiran tu triple condición,
¡qué Mariana, qué obrera, qué belleza!
Mil perdones, recibe esta canción.
2 comentarios:
Camilo, esa vigilancia internacional es la que pido en mi artículo. Parece que nos hayamos puesto de acuerdo.
No hay gran diferencia entre las Damas de Balcno de Argentina y las de Cuba. Ambas requieren lo mismo de dictaduras...JUSTICIA...lo unico que hay mucha hipocresia en la America Latina...las de alla estan en contra de la injusticia de derechas y las de Cuba a unas injusticias de las izquierdas. Pero como cubanos nos duele la nuestra...hssta cuando mi Cuba!!!!
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