20 julio 2023

Todas las tardes del mundo


Todas las tardes del mundo, cuando la noche estaba a punto de tenderse sobre el Paradero de Camarones, mi abuelo Aurelio Yero se servía algo de alcohol en una de estas pequeñas tazas. El día que él y Atlántida dejaron de estar, me las llevé para El Vedado. Entonces era yo quien necesitaba que la noche se tendiera sobre La Habana.

Mi hija Ana Rosario las recuperó y cargó con ellas para su casa. Hoy Tom me las trajo, me las han dejado en préstamo. En una pequeña bocina la orquesta Aragón jura que no ha pasado el tiempo. Un Brugal 1888 le ha dado permiso a la noche para que, cuando ella estime pertinente, se tienda sobre Madrid.

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