11 enero 2020

La rabia de Neil Peart

Atrás habían quedado los tambores de “Taka Taka tá” y la paila de “Yuya Martínez”, sonidos recurrentes en mi infancia. Mi adolescencia y los años 80 empezaron a ritmo de rock and roll. Aunque seguía bajo el cielo protector del Paradero de Camarones, miraba a las nubes como si estuvieran en California.
Grabada en un viejo cassette ORWO desde una emisora en FM, “Tom Sawyer” sonó una y otra vez en mi adolescencia. Incontables noches de sábado me parecieron mucho más lindas de lo que eran, gracias a Rush y a los duros golpes que, con claridad y precisión alucinantes, Neil Peart daba sobre la batería.
Cuando se acababa la canción, devolvía la cinta con un lápiz para no gastar los cabezales (según las exigencias de aquella extraña superstición que teníamos). Puedo contar mi vida por las canciones que oí en cada momento. Mi mundo, a principios de los 80, sonaba así:
Catch the mist
Catch the myth
Catch the mystery
Catch the drift
The world is, the world is
Love and life are deep.
Escuchar rock and roll en un país donde estaba prohibido, fue uno de mis actos de rebeldía. Por eso siempre estaré agradecido de los sonidos que salían de la batería del Neil Peart, cuya muerte fue la primera mala noticia que recibí 2020. 
Su rabia, de alguna manera, inspiró la mía. Y eso nunca se olvida.

1 comentario:

Unknown dijo...

Lo que Ud escribe y como lo hace me trae muchos recuerdos , yo fui de esos jovenes rebeldes que durante los años 70 se ponian a oir musica rock en la glorieta del Parque de mi pueblo , era todo un reto puesestaba prohibida , ibamos a fiestas de pepillos como s decia en aquellos momentos , vestiamos con pantalones por la cadera , en aquellos momentos era un reto , nos subiamos en el techo de mi casa que era de dos pisos a bailar y poniamos una bocina con rock a todo volumen a plena luz del dia provocando escandalizar a muchos vecinos. Hoy soy recordado por algunas vecinos como un joven con problemas de diversionismo ideologico , que frasecita !!!!