19 mayo 2015

El cuestinario de Forbes

Para un reportaje que publicó en el número 13 de Forbes República Dominicana, el periodista Felipe Vallejos M. me hizo llegar un cuestionario. Comparto mis respuestas en El Fogonero, porque me gustaría volver sobre ellas dentro de unos años.
Entonces, me gustaría no haber tenido ni un ápice de  razón. Sobre todo si eso significa que los cubanos en ese momento ya estén disfrutando de un país libre y próspero, con derecho a decir lo que piensan y la oportunidad de aspirar a un futuro mejor a través de su propio trabajo.


Al tener experiencia de vida en ambos países, ¿cuál es tu impresión del desarrollo humano del cubano y del dominicano, más allá de la evidente diferencia de modelos políticos y económicos?
Cuba siempre tuvo un mayor desarrollo humano que República Dominicana. Antes del triunfo de la revolución, la sociedad cubana ejercía una gran influencia en la dominicana. Una prueba de ello es La tremenda corte, un programa de radio que los dominicanos aún escuchan a diario.
Pero la inmensa mayoría de las industrias y cultivos que definían ese desarrollo ahora están en ruinas o muy deprimidas. Actualmente, no solo la economía cubana está sumida en una profunda crisis, también lo están la sociedad y la nación. Cuba hoy no produce nada que sea un modelo a seguir por nadie.

En los estudios de Desarrollo Humano del PNUD, Cuba aparece muy por encima de República Dominicana. ¿Cómo puede esto determinar su competitividad y discutirle el liderazgo del Caribe a República Dominicana?
El nivel de escolaridad de Cuba siempre ha sido superior al de República Dominicana, pero ya no tanto como en otras épocas. No podemos confiarnos demasiado en las cifras que ofrece una dictadura, de una manera o de otra siempre se las arreglan para amañarlas.
La mayor amenaza para la competitividad es que en Cuba lo obreros trabajarán casi en condiciones de esclavitud, sin derecho a asociarse en sindicatos independientes que realmente velen por sus derechos.
Un ejecutivo cubano en su país podría ganar menos que un obrero haitiano en República Dominicana. Eso, sin dudas, será muy rentable para los que inviertan; pero acabará siendo fatal para la productividad y la eficiencia.

¿Qué tanta diferencia en la calidad de la educación tiene Cuba con respecto a República Dominicana? Estudios de organismos internacionales confirman que la tasa de analfabetismo es cercana a 0%.
La calidad de la educación en Cuba no es un logro exclusivo de la revolución. Los más importantes escritores e intelectuales cubanos, desde principios del siglo XX hasta hoy, fueron formados por la República, entre 1902 y 1959.
En Cuba no hay analfabetismo, pero hay una crisis moral sin precedentes. Varias generaciones de cubanos han crecido en la cultura del robo. Como el Estado lo controla todo y distribuye muy poco, la única manera de comer todos los días es robarle al Estado y lucrar en la bolsa negra.
Cuando robar deja de ser un delito y se convierte en una necesidad colectiva, el nivel de educación sirve de muy poco.

¿Percibes una cierta indiferencia de República Dominicana en torno a la potencial apertura económica de Cuba? Hasta ahora, el único que ha dicho que no debemos dormimos en los laureles es Frank Rainieri.
Frank Rainieri es un gran visionario y, una vez más, tiene razón. Fíjate que lo dice él, el fundador de una marca-país como Puntacana. República Dominicana no capitalizó todo lo que debió la ausencia de Cuba. Pudo aprovechar muchísimo más el enorme letargo del país más grande del Caribe insular.
Aún en ruinas, Cuba en sí es una marca: La Habana, Tropicana, Varadero, el cuba libre, el mojito, el daiquirí y el sándwich cubano, entre muchos otros, son íconos universales… Aunque Cuba hoy es un país muy triste, se le sigue asociando al placer y la alegría. Eso es una ventaja competitiva.

¿Crees que, ante la gradual apertura de Cuba, el conocido capital humano de ese país sea una ventaja comparativa con respecto al capital humano dominicano? Esto a nivel laboral sobre todo.
Sí, el capital humano es una ventaja, pero no lo es todo. Por eso creo que Cuba es una gran oportunidad para República Dominicana. Ahora aquel país es, respecto a éste, lo que éste era respecto a aquel en 1959. La geografía está a favor de República Dominicana en la apertura de Cuba y eso debe aprovecharse al máximo.
Los empresarios dominicanos deben exportar sus productos y sus experiencias a Cuba. La industria alimenticia de Cuba está en ruinas. Hablamos de un país que tiene que importar casi todo lo que se come.
Esa es una gran oportunidad para República Dominicana, que es capaz de autoabastecerse y exportar excedentes en muchos alimentos básicos.

¿Crees que la apertura en Cuba sea una amenaza para el ron dominicano?
El ron y Puntacana son, probablemente, las dos marca-país más universales de República Dominicana. Ron Brugal, por ejemplo, se distribuye en más de 40 países y es líder en España, donde desplazó a las más importante marca de ron cubano, que es comercializada allí por un gigante del mercado de bebidas alcohólicas.
Brugal es líder por su admirable legado, por su gran calidad y porque los consumidores lo prefieren; eso no lo pone en peligro ningún cambio geopolítico.

3 comentarios:

Carlos Alberto Montaner dijo...

Buena la entrevista y mejor todavía la nota sobre B. B. King. Abrazos,

Armando de Armas dijo...

Excelentes respuestas, Camilo!

Anónimo dijo...

Guajiro, tú estás más claro que el agua del lago Hanabanilla.