02 marzo 2014

El Martí que amo

Cuenta José Martí, en uno de los mejores textos de La edad de oro, “que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba adonde estaba la estatua de Bolívar”.
Si otro viajero hubiera hecho lo mismo hoy, pero con la estatua de Martí, se habría encontrado al Apóstol camuflado entre los estudiantes que protestan. Los que cubrieron el rostro del héroe de bronce con una bandera venezolana, hicieron un hermoso acto de justicia.
Con toda seguridad José Martí habría estado del lado de los estudiantes y en contra del régimen chavista, un títere de la dictadura de Cuba que ha llevado a Venezuela a la ruina, convirtiéndola en uno de los países más inseguros y con la peor inflación del planeta.
Muchos que fueron revolucionarios alguna vez, como el trovador Silvio Rodríguez (devenido en un infausto anciano que eterniza dioses del ocaso), tratan de deslegitimar la lucha de los venezolanos indignados. Martí, que será por siempre un poeta de 42 años, con toda seguridad los alentaría.
Al ver en Twitter la imagen de la estatua insurgente, el escritor Orlando Luis Pardo puso que ese era el Martí que amaba. Yo también.

5 comentarios:

Lilo Vilaplana dijo...

Yo también.

VENEZOLANA ARRECHA dijo...

GRACIAS POR TU SOLIDARIDAD CON MI PUEBLO. LOS VENEZOLANOS ODIAMOS A LA DICTADURA DE TU PAIS PERO A LOS CUBANOS COMO TU LOS QUERREMOS SIEMPRE A NUESTRO LADO COMO A MARTI.

Diana S. dijo...

Silvio es un dinosaurio más anciano que la Revolución que defiende.

Anónimo dijo...

GENIAL!!!!: "el trovador Silvio Rodríguez (devenido en un infausto anciano que eterniza dioses del ocaso)"

Carlos dijo...

Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan.

Jose Marti