Latinoamérica, por muchas razones, permanece en un letargo que ha hundido a sus naciones en un pasado del que no pueden zafarse. Regímenes incapaces (antes eran de derechas y ahora son de izquierdas), democracias fallidas, gobiernos populistas y corruptos… Ese es el panorama de un continente que se ha quedado a la zaga del futuro.
En el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ningún país latinoamericano aparece entre los primeros 30. Sin embargo, en ese grupo hay varias naciones que ha emergido con éxito de situaciones muy difíciles, como son los casos de Israel, Corea del Sur y Eslovenia, que ocupan los lugares 24, 25 y 26 respectivamente.
Chile exhibe el mayor IDH del continente y ocupa, a su vez, el lugar 40 a nivel mundial. No es una casualidad. La vida democrática en la nación suramericana ha sido muy diferente de la del resto de los países de la región. Cada nuevo gobierno le ha dado continuidad a los planes estratégicos del anterior. Los políticos chilenos han preferido, tanto los de derecha como los de izquierda, el bienestar de la gente antes que las ideologías.
Desde anoche, el mundo entero está pendiente de la operación de rescate de los 33 mineros que permanecían atrapados a 700 metros de profundidad en la Esperanza. La seriedad y el rigor con el que el Gobierno chileno ha llevado a cabo el salvamento, ha llamado la atención de todos.
El ejemplo de Chile también puede sacarnos del hoyo a nosotros. Construir una sociedad como esa podría ser la salida más viable para América Latina.
2 comentarios:
Mi muy apreciado Camilo:
Me cuenta un empresario que por esa época era un joven lleno de brío y ahora, en sus años postreros, dedica todos sus afanes a la preservación de la calidad del medio ambiente, donde hace una labor encomiable, que cuando Joaquín Balaguer ascendió a la presidencia en 1966, después de la cruenta guerra de Abril, se reunió con representantes de su sector, incluyéndolo a él y les esbozó sus planes para recuperar la economía dominicana y darle un empujón de progreso. Su discurso fue tan convincente que mi amigo, entusiasmadísimo, le dijo: “Doctor, podemos hacer del país la Suiza del Caribe”, a lo que el todavía en muchos sentidos enigmático personaje, le respondió: “Enrique ¿y dónde están los suizos? La idea de tomar como referente a Chile me parece excelente. Pero primero habrá que cubrir un largo proceso de culturización y crear las bases de un liderazgo fuerte, creíble, bien intencionado y aunque suene quizás un tanto cursi, patriótico, que permita establecer un proyecto de nación y llevarlo adelante por las próximas dos generaciones (unos 35 a 40 años). Obvio que por eso mismo habría que empezar la siembra cuanto antes. Lo penoso es que no parece que haya muchos suizos disponibles. Así pues, tendremos que adaptar la frase martiana “cuando hay hombres sin decoro (pocos dispuestos) hay otros que tienen en sí el decoro de muchos (la disposición de muchos).
Un abrazo,
Me gustaría oír la opinión de los chilenos... No del rescate de los mineros; eso, lógicamente, ha aunado los buenos sentimientos de la nación sudamericana, del continente y del mundo... Pero con frecuencia veo/leo opiniones de ellos acerca de sus gobiernos y su actual situación que no coinciden muy exactamente con ésta tuya... digo, también de eso se tratan la democracia y la libertad de expresión.
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