Ya pasó la época en que esperabas la hora del baño
para escribir un verso con la punta del dedo.
Recuerda que las palabras solían quedarse allí
hasta que el aire viciado de la habitación
las convertía en humo ilegible.
Hay que evitar que los espejos sigan diciendo cosas.
Cada vez que entres en la ducha,
asegúrate de dejar al menos una ventana abierta.
No permitas que se acumule el vaho ni el tiempo,
No dejes que ningún recuerdo se refleje.
Dale la espalda a eso que ves
y sal de ahí,
vete antes de que se te ocurra algo
y caigas en la tentación de querer decirlo.
3 comentarios:
Excelente, Camilo,
He aquí al Camilo poeta. ¡Felicidades!
Gracias por el poema, detalles que necesitamos por estos dias. Te queremos
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