Fidel Castro tiene casi la misma edad que tenía Den Xiao Ping cuando dio la orden de abrir fuego en Tiananmen. Como el líder chino, el cubano está retirado, pero mantiene un control absoluto de la Isla. Sólo hay una diferencia. Mientras China supo instaurar un régimen pragmático, que ya ha sacado de la miseria a centenares de millones de chino, Cuba cada día tiene menos relevancia mundial y los cubanos son cada vez más miserables.
Uno de los últimos disparates que emprendió Fidel Castro estando aún en el poder, la “revolución energética”, está a punto de llevar a la Isla a un nuevo colapso. Más allá de la enorme agresión al medio ambiente que suponen los “grupos electrógenos”, empieza a ser inviable. Si los apagones se suman a las ya insoportables carencias y al calor del verano, puede que el viejo enfermo se vea obligado a dar la orden de abrir fuego.
Dice Andrés Calamaro que, según un proverbio chino, un problema que no tiene solución ya no es un problema. Esperemos la respuesta que con toda seguridad Fidel le dará a eso.
1 comentario:
Estos viejos que han sido malvados durante todas su vidas son especialmente peligrosos en esas edades. Primero, porque han perdido mucho juicio con la edad; y segundo porque ya no les queda nada por vivir o disfrutar. Viven de dolor en dolor y de malestar en malestar. Tienen que reprimirse de comer cualquier cosa que les guste so pena de pagarlo con sufrimiento y el sexo es -en casi todos los casos- cosa olvidada desde hace mucho tiempo. Si ocurriese un estallido en Cuba -yo preferiría que todo se arregle sin estallidos- sería preferible que éste ocurriese después de que los MUERTOS VIVOS se hubiesen marchado.
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