Como El Hombre Siniestro jamás dijo ni media palabra, haría mal yo en agregar algo a sus sinlenciosa manera de encarnar el mal. Apenas acotaré que esta tira fue una de las tres que publicó su autor, Antonio Prohías (Cienfuegos, 1921- Miami, 1998) en la "Edición de la Libertad" de la revista Bohemia, en enero de 1959.
Además de terriblemente siniestro, el hombre era un visionario.
Además de terriblemente siniestro, el hombre era un visionario.
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