Ayer bajé al pueblo a resolver varias cosas en la ferretería. Siempre voy por el camino más largo, que es el más lindo. Va paralelo al Yaque del Norte y solo se separa de él para darle espacio a pequeños potreros con cercas de bienvestido que me recuerdan demasiado a las carreteras de mi provincia y al Paradero de Camarones.
Así fue que dí con un anciano que llevaba una carreta llena de guáyigas. Logré convencerlo de que me vendiera algunas. Pero al final se negó a ponerles precio. Me dijo que cogiera las que quisiera y le diera "algo". Eso es república Dominicana son 100 ó 200 pesos. Tomé 20 y le di 500 pesos. Los dos nos fuimos felices con la transacción.
La guáyiga (Zamia Pubila) es un fósil viviente y una de las primeras plantas que habitó en las islas de Cuba y La Española. Son tan antiguas, que ya solo sobreviven dos insectos capaces de polinizarlas (Rhopalotria slossoni y Pharaxonotha zamiae). Todos los demás se extinguieron.
Los taínos la usaban para hacer almidón. Como en todos los colmados a nuestro alrededor hay Maicena, nuestras guáyigas solo vivirán para que aparezcan esos dos bichitos a polinizarlas y para darle alegría a nuestros corazones.
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