Cuando se conocieron, en 1961, ella tenía 17 y el 20. Dos años después, aparecería en la portada de Freewheelin, uno de los discos más incorruptibles de Bob. Susan Suze Rotolo murió el pasado 24 de febrero. Tenía 67 años. Su rostro era la prueba irrefutable de que hasta las musas de Dylan envejecen.
Aunque apenas compartieron tres años de sus vidas, Susan inspiró a Bob como ninguna otra mujer. “Le di mi corazón, pero quería mi alma”, confiesa el cantautor en “Don't Think Twice, It's All Right”. Ni antes ni después Dylan escribió cosas tan amargas. Cuando Rotolo se fue por seis mesas a Italia y lo dejó a solas con la guitarra, Bob que podía sentir amor o rencor como un ser común y corriente.
Los años sesenta del siglo pasado es una de las épocas que más iconos y fetiches ha producido en este mundo. Muchas imágenes de esa época son ahora objetos de culto. Pero muy pocas resumen mejor aquel espíritu liberador que esa donde Susan y Bob pasean por el medio del frío de Greenwich Village.
A pesar de que ya no está en este mundo, Susan sigue caminando del brazo de Bob. Si no me creen, oigan ahora mismo “Girl from the North Country”. Ni siquiera importaría que sea en la voz de Johnny Cash. De cualquier forma los verán pasar. Solos. Iluminados por esa rara luz que no deja morir a las cosas.
4 comentarios:
¡Lindo!
Otra canción, para Suze.
Saludos.
que discreta fue esta mujer, que evitó ser conocida como la amante de Dylan. Permitiéndonos así seguir viviendo el enigmático carácter de Bob.
Sí Camilo, vas bien, sigues bien, escribes bien y te leen bien.
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