La corriente se ha vuelto a poner en contra de Andrés Calamaro. Una vez el Salmón advirtió que los principios de década siempre habían provocado cataclismos a su alrededor. Sin embargo, cada una de esas crisis, generadas por rupturas y desilusiones, acabaron convirtiéndose en una obra maestra en su discografía.
Al comienzo de los 90 fue el álbum doble de Honestidad brutal. En el 2000, las 400 canciones que rodean los 5 cds de El Salmón. Ahora no sabemos qué terminará ocurriendo, pero por lo pronto Andrés se ha encerrado a grabar viejos blues (que ya ha compartido en El Hornero Amable) y ha suspendido la gira de On the Rock.
En Argentina, como señala hoy Diego A. Manrique en El País, “los rockeros son tan idolatrados (y vigilados) como los futbolistas”. Durante una presentación en Chile, Andrés estuvo acompañado por Micaela Brequer, una modelo de Playboy. La prensa no perdió la oportunidad de reseñarlo y, como lo describiera el propio Calamaro, la sangre llegó al río: su mujer, la actriz Julieta Cardinali, le presentó el divorcio.
La última noticia que se tiene de El Salmón es que anda por la frontera entre México y Estados Unidos, grabando con Los Tigres del Norte. De cumplirse otra vez ese natural ciclo calamariano, a partir de este momento podemos esperarlo todo, incluso, otra genialidad. Para decirlo como le gusta a Andrés, a la manera de Francis Ford, ¡Salmonalipsis now!
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