El sábado pasado, camino de Jarabacoa, Mario Dávalos y yo hablamos durante un buen trecho sobre el miedo a la decrepitud intelectual. A él, que es más joven que yo, ya comienza a asustarle la idea de llegar a ese punto donde se empieza a criticar a los jóvenes y se rechaza, por instinto de conservación, todo las cosas nuevas que no se alcanzan a entender.
Comenzamos por el ejemplo de un viejo amigo, que no acaba de comprender la imparable revolución que se está produciendo en las comunicaciones. Después de recordar los nombres de algunos conocidos que han envejecido antes de tiempo; acabamos en Silvio Rodríguez, alguien que en algún momento fue un paradigma para ambos y que, antes de cumplir los 70, se ha convertido en un patético “eternizador de dioses del ocaso”.
—Viejo, el día que deje de entender las cosas nuevas —me dijo Mario muy convencido—, me encierro en mi casa y no salgo más.
Muy lejos de Jarabacoa, en Estocolmo, Mario Vargas Llosa acaba de darnos la razón en su discurso del Premio Nobel. En Elogio de la lectura y la ficción, el escritor de 74 años convida a “derrotar a la carcoma del tiempo” y hace un llamado a “la inconformidad y la rebeldía, que están detrás de todas las hazañas que han contribuido a disminuir la violencia en las relaciones humanas”.
“Defendamos la democracia liberal, que, con todas sus limitaciones, sigue significando el pluralismo político, la convivencia, la tolerancia, los derechos humanos, el respeto a la crítica, la legalidad, las elecciones libres, la alternancia en el poder, todo aquello que nos ha ido sacando de la vida feral y acercándonos -aunque nunca llegaremos a alcanzarla- a la hermosa y perfecta vida que finge la literatura, aquella que sólo inventándola, escribiéndola y leyéndola podemos merecer”, pide Mario.
¡Qué joven está Vargas Llosa!
6 comentarios:
QUE PIEZA DE DISCURSO! UN ORGULLO PARA LOS LATINOAMERICANOS!!!
Me imagino esa conversación entre Mario y tú. Jeje
YO LO AMO....YA HABÍA LEÍDO SU DISCURSO; PERO LO RELEÍ EN TU ENVÍO Y ME SUCEDE IGUAL QUE A TI: ¡CUÁNTO ME ALEGRA Y ENORGULLECE HABER NACIDO Y COMPARTIR ESTE CONTINENTE CON GENTE TAN HERMOSA!
Cojonudos párrafos, Camilo.
Elocuente sobremanera.
Me parece fascinante el hecho de que personas de cierta edad madura, sean mas jóvenes que la mayoría de los jóvenes que pululan las calles.
Pienso (y espero no pecar de ingenuo) en Clint Eastwood, cuyas películas del Sin Nombre y de Harry, acompañan recuerdos junto a mi padre, cuando me ponía, domingos en la tarde, a ver la ley del mas fuerte versión Sergio Leone.
Muchos de esa generación se quedaron viendo a Clint interpretar esos papeles de hombres que pocas preguntas se hacían sobre si mismos y sobre la sociedad.
Ver a Clint Pasado los 70 anos, dirigir e interpretar una película como Gran Torino, donde cuestiona todos los cánones de la sociedad de EEUU, me lleva a mi a aspirar en creer que se puede, como LLosa, a nunca envejecer de alma y estar abierto siempre a la ¨inconformidad y la rebeldía¨, La manera en la que pueden reinventarse y estar en una constante creación de quienes son, me llena de esperanza.
Que jóvenes están!
Mario es irrepetible, único y el discurso debe ser considerado patrimonio d ela humanidad, no le faltó nada!!!
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