Silvio Rodríguez está convencido de que tiene más razones para creer en la revolución que en sus detractores. Por más que me exprimo la cabeza, sólo doy con una: él disfruta un país muy diferente al que padece la inmensa mayoría de sus compatriotas. Como eso es tan obvio (algo que él nunca ha sido), espero que tenga otras excusas, como también confío en que sus alas no soporten en verdad tantos herrajes como él mismo deja entrever.
No es posible el sonido de Cuba sin la obra de Silvio. Sus canciones serán indispensables cada vez que se reúnan los ingredientes que mejor definen al cubano. Pocos artistas como él, logran tanta intemporalidad en algunas de sus obras. Pero cada vez más él mismo se convierte en un objeto museable, en una reliquia del ayer, en alguien que solo nos convida a creerle cuando dice pasado.
12 comentarios:
Claro, preciso, contudente.
Camilo, Silvio ya no es más que júbilo hervido con trapo y lentejuela. No estoy de acuerdo contigo, ya no es tan importante como tú supones.
Contundente el último párrafo. Estoy de acuerdo aunque psicoanalizar los por qué de Silvio me produce pereza. Voy a ser subjetivo pero, por ejemplo, no cambio la Paloma de Calamaro por el Unicornio de Silvio.
Camilo, ese último párrafo te quedó que ni si lo tratas de escribir de nuevo te sale. Coño, compadre, lo retrataste. A mí me pasa igual. El primer Silvio el mi ídolo, pero el segundo es demasiado prescindible como para ponerme a pensar en sus razonamientos.
Silvio es la Lili Marleen de Caxtro. Eso lo sabe el mundo entero.
A propósito: ¡¡¡qué remal le sienta la vejez a ese descarao!!! Parece una Jicotea con Parálisis.
Hace tiempo te lo dije, ese Silvio es un impostor. El verdadero se dio un tiro el día que cantó El Necio a esos mismos camajanes a los que tiempo atrás les dedicase Los Cazabrujas de Dores. El Silvio fallecido sigue siendo eterno, este otro, en efecto, nos convida a creerle cuando dice pasado - no pudiste decirlo mejor - y encima sigue soñando con aviones, el muy sapingo.
Y hablando como los locos, si creíste que Villa Clara iba a barrer a los leones, chama... ¿Qué te pareció el nocáo de hace un rato en el Latino?
Camilo,
Bueno, en primer lugar, està la duda de quès coño es "conseso".
Evidentmente, el icònico Silvio sigue en su ambigüedad oportunista de siempre; eso que algunos consderarían polisemia, pero que para mi -y esto le consta a muchos viejos amigos mìos de los 60- no fue màs que una evidente indefinición para poder estar bien con Dios y con el diablo.
¿Es "conseso", "consenso" o "sin seso" o "congreso" para decir las verdades sobre el règimen?
Parece que una vez más, Silvio intenta caminar por la cuerda floja del arribismo -ahora como una forma de mantener las simpatìas de antaño y del règimen caduco- que siempre lo han caracetrizado tanto a él como persona como a una buena parte de su obra, disfrazada de supuesta poesía.
Por ciero, comparto con la doctora Carmen Imbert Brugal el criterio de que el programa quedó muy bien y que hace falta una segunda parte.
Un abrazo,
aYER HABLABA CON MI MARIDO SOBRE EL TEMA, Y TERMINÉ DICIENDO: YA VERÁS LO QUE DIRÁ CAMILO VENEGAS....
COMO SIEMPRE, PENSAMOS EN SINTONÍA. ES PENOSO Y CONTRADICTORIO TENER TANTO TALENTO ARTÍSTICO Y TAN POCA INTELIGENCIA SOCIAL Y POLÍTICA (SI ES QUE EXISTE)...BUENO, GOLEMAN Y GARDNER LO JUSTIFICARÍAN; PERO NOSOSTROS, NO, JAJAJAJAJA
UN SALUDO AFECTUOSO,
Yo tomé la precaución de leer y escuchar a Bob Dylan.. y así nadie me defrauda por nada.. y menos este calvo cara-epizzay guatacón!
Su techo es de vidrio como el de todos, y sus canciones me siguen llenando, espero escuchar su nuevo disco y que alumbre hacia adentro con rigor, como en aquel banco de su acera gris.
En su debate con Montaner, Silvio no estuvo a la altura. Es lógico si sabemos que él no tiene una alta formación académica, no puede reaccionar intelectualmente como una persona con alta cultura. Pero tal vez por eso fue un gran poeta.
Publicar un comentario