Los que señalan al aparato estatal cubano como un inviable y obsoleto armatoste, según las autoridades, son anticubanos. Para ellos también atacan a Cuba los que se atreven a cambiar la palabra gobierno por régimen y revolución por dictadura. Ya lo advirtió Fidel en un lejano encuentro con los intelectuales de los años 60: conmigo, todo; contra mí, nada.
Durante muchísimos años, Fidel reservó la parte más importante de sus discursos para comparar a la república con la revolución. Ahora ambas fracciones de tiempo están más parejas y se hace más fácil el cotejo. Cuando el desarrollo alcanzado en una época (incluyendo la salud y la educación) se pone frente al que se logró en la otra, solo un apátrida, un mercenario y un anticubano sería capaz de cerrar los ojos para no ver la dimensión de la tragedia.
2 comentarios:
Asúmelo Camilo, somos agentes de la CIA, pagados por la FNCA y entrenados por Alfa 66. Somos unos apátridas embusteros, que nos estamos haciendo ricos a costillas de la maldad, y el flaco Fariñas es un mercenario, un terrorista peligroso... ¿Es que a alguien en el Comité Central se le podría ocurrir algo más inteligente que eso?
Camilo, te felicito por este blog, en él puedes decir en poquiticas palabras tooooodo lo que tenemos los cubanos por dentro. Si los cubanos que están dentro de Cuba pudieran leerte, esto les serviría de alimento. Un abrazo grande
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