Por estos días, a propósito de las iniciativas que está estudiando el gabinete de Barack Obama para destensar las relaciones de Estados Unidos con Cuba, se ha librado un intenso debate sobre el embargo (yo siempre he dicho bloqueo, pero estoy de acuerdo en que la palabra embargo se ajusta mucho más a los hechos) y la libertad de viajar de los cubanos en una sola dirección, es decir, de Estados Unidos hacia Cuba.
Fuera de Cuba han opinado todos los que han querido. Dentro de Cuba lo han hecho algunos entre los poquísimos que tienen acceso a Internet y dicen lo que piensan aun cuando saben que allí, como dice la canción de Drexler, “nada es secreto en los vericuetos de la informática”. Los criterios de Paquito D’Rivera en ese “diálogo” han provocado que al menos dos personas (hasta donde me consta) le pidieran al músico que los borrara de su lista de contactos.
Uno de ellos me pidió lo mismo hace unos meses, a propósito de un post que escribí sobre El regreso del idiota, el libro de Plinio Apuleyo Mendoza, Álvaro Vargas Llosa y Carlos Alberto Montaner. Al pedirme que no le enviara ni un email más, el individuo argumentó que “él no podría leer ni una página de esos tres miserables”. El azar quiso que Montaner lo mencionara pocos días después, en un artículo donde hacía una relación de las tendencias y los nombres que no podían faltar dentro de una Cuba donde se incluyeran las ideas de todos los cubanos.
Uno de los discos más inolvidables de la música cubana de cualquier época es Master Sessions, Vol. 1. En ese inmenso tributo que Andy García le “orquestó” al célebre contrabajista Cachao López, hay también un homenaje a Paquito D’Rivera. “Paquito, Paquito, síguelo si puedes... ¡Allá tú!”, dice un coro mientras el genial saxofonista hace de las suyas. Hoy en la mañana me di cuenta de que todos me miraban azorados, sin entender por qué gozaba tanto dentro de mi carro.
Nada, es que estaba recordando todos esos incidentes, mientras avanzaba muy lentamente entre una larga fila de vehículos, a solas con mi iPod y un corito que decía: “Paquito, Paquito, síguelo si puedes... ¡Allá tú!”.
Fuera de Cuba han opinado todos los que han querido. Dentro de Cuba lo han hecho algunos entre los poquísimos que tienen acceso a Internet y dicen lo que piensan aun cuando saben que allí, como dice la canción de Drexler, “nada es secreto en los vericuetos de la informática”. Los criterios de Paquito D’Rivera en ese “diálogo” han provocado que al menos dos personas (hasta donde me consta) le pidieran al músico que los borrara de su lista de contactos.
Uno de ellos me pidió lo mismo hace unos meses, a propósito de un post que escribí sobre El regreso del idiota, el libro de Plinio Apuleyo Mendoza, Álvaro Vargas Llosa y Carlos Alberto Montaner. Al pedirme que no le enviara ni un email más, el individuo argumentó que “él no podría leer ni una página de esos tres miserables”. El azar quiso que Montaner lo mencionara pocos días después, en un artículo donde hacía una relación de las tendencias y los nombres que no podían faltar dentro de una Cuba donde se incluyeran las ideas de todos los cubanos.
Uno de los discos más inolvidables de la música cubana de cualquier época es Master Sessions, Vol. 1. En ese inmenso tributo que Andy García le “orquestó” al célebre contrabajista Cachao López, hay también un homenaje a Paquito D’Rivera. “Paquito, Paquito, síguelo si puedes... ¡Allá tú!”, dice un coro mientras el genial saxofonista hace de las suyas. Hoy en la mañana me di cuenta de que todos me miraban azorados, sin entender por qué gozaba tanto dentro de mi carro.
Nada, es que estaba recordando todos esos incidentes, mientras avanzaba muy lentamente entre una larga fila de vehículos, a solas con mi iPod y un corito que decía: “Paquito, Paquito, síguelo si puedes... ¡Allá tú!”.
4 comentarios:
Gracias, Camilo. Sabía que era comunista, pero no que era
un energúmeno intolerante. Pobre tipo.
El Paq Man es un genio y un tipo increíblemente ingenioso. ¡Viva Paquito!
No me quedó clara la posición de Paquito D'Rivera, creo que faltó ese detalle importante para los nuevos visitantes del blog. Saludos, gracias.
Hola Camilo,
Yo como tu estoy fuera de la isla, a mis amigos y familiares que cuentan con mails suelo mandarles informaciones , recortes de blogs y todo tipo de informacion sobre Cuba a la que no tienen acceso. Al principio algunos todos tuveron miedo, unos pidieron expresamente que no les mandara, pero otros sé que esperan ansisosos los recortes que les mando yme reclaman cuando pasan dias sin que lo haga.
Es mucho el miedo que le han inculcado a los nuestros en la isla, pero te aseguro que son cada vez mas los que lo estan perdiendo, poco a poco, con paciencia irá ganando terreno la libertad.
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