12 enero 2009

El buen argentino

Luis Beiro me lo había advertido, pero nunca me imaginé que fuera tan mala. Che, el argentino es una película tan ingenua como Juventud sin vejez (un film soviético que pasaban casi todos los domingos en la matinée del Cine Justo, en el Paradero de Camarones de los setenta. ¿Te acuerdas, Chiqui?), pero mucho menos creíble.
Si nadie me hubiera dicho que estaba dirigida por Steven Soderbergh, si Benicio del Toro fuera menos reconocible detrás de su disfraz del Che, habría pensado que se trataba de una puesta en escena de Erick Kaupp, el celebérrimo director de la televisión cubana que hilvanó las mejores aventuras de nuestra infancia. Las caracterizaciones, los escenarios y los diálogos parecen más aptos para aquellos relatos infantiles que para un filme de adultos.
Si lo que quería Soderbergh era que sus actores imitaran lo mejor posible a los personajes históricos de su trama, hizo el casting equivocado. Con tan buen maquillaje, Julio Sabala se habría parecido tanto como Del Toro a las fotos de Korda y, puedo asegurarlo, su acento habría sonado más convincente que el de Benicio.
Si lo que buscaba Steven era un actor que manoteara igual que Fidel a la hora de impartir órdenes, Eddy Calderón (el que imita al Comandante en la Mesa retonta) lo habría logrado de una manera más orgánica que Demian Bichir. Si lo que quería era filmar una batalla detrás de otra (en la realidad no fueron tantas), las memorias del mariscal Zhukov se prestaban mejor para sus propósitos.
Si Steven Soderbergh fuera un perfecto desconocido, esta película habría pasado inadvertida. Pero como ya tenemos prueba de su talento como director (The Good German), como ya sabemos que tiene un increíble sentido del humor (Ocean’s 12) y hasta tenemos constancia de su agudeza (Traffic), aquí sólo hay dos posibilidades: o Steven admira al Che hasta la idiotez o en el fondo no es más que un gran cínico.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

yo me lo oli y no me moleste. y esa fue la chusmeria que armaron los mayamenses.

Odette Alonso dijo...

Yo me ahorro la entrada ae cualquier película como ésta o los Diarios de motocicleta, que pretenden regalarnos un personaje idílico y justiciero cuando ya de sobra sabemos que no fue exactamente así.

Anónimo dijo...

Camilo,
En cuanto a Soderbergh, otra posibilidad: quiere aprovechar las ventajas que ofrece Cuba a los "amigos de la revolución" (sabe Dios qué no puede alcanzar el cinesta con sus dineros en el mundo libre), o bien quiere convertirse en un rival del otro "izquierdista" -el de la reveladora "Platoon"entre otras buenas películas- no solo simpatizante del más impactante de los dinosaurios (vivos) en el Caribe, sino de su caricatura, el Oleosaurius venezuelae.
En realidad, se va descubriendo una moda -más que tendencia- entre alguna gente de cine: congraciarse con estos gobiernos latinoamericanos. (Incluye a Sean Penn en la lista). Creo que no es es una forma de sobresalir, de ser distintos, al margen de su talento reconocido o no tanto. Y después de todo, el cine es un negocio, y los fanáticos, los oportunistas y los ingenuos, también van al cine.
Un abrazo.

Dedalus dijo...

Faltó mencionar Erin Brockovich y Sexo, Mentiras y cintas de video. Soderbergh es de los buenos buenos, me cuesta creer que sea tan mala :(

Anónimo dijo...

Aun tendiendo a ser un poco aburrida y lenta (no diferente de Traffic, lo cual no le quita la calidad a la pelicula), y yo estando, lo admito, parasitado por la imagen mitificada y heroica que presentan algunos medios sobre el Che; considero que aunque es una pelicula que se siente como una serie esporadica de escenas de accion, de vision demasiado cerrada, y contada desde una distancia y una perspectiva que protege de acercarnos demasiado y ver las arrugas morales de ese heroe; que no es una pelicula mala, incluso que es buena. El casting deja mucho que desear, sobre todo los hermanos Castros, pero la actuacion de Del Toro, es fuerte y silenciosa, y creo que cautivadora. Quizas debemos esperar y ver el díptico completo, como originalmente fue realizada; después de todo, las grandes injusticias con las que mas se acusa al Che; ocurrieron despues de los hechos narrado en esta primera parte. Quizás la segunda no sera tan indulgente.
Por cierto, por que Sean Penn quiere congraciarse con gobiernos latinoamericanos?
Por cierto, por que Sean Penn quiere congraciarse con gobiernos latinoamericanos?