15 octubre 2019

Extraños

Se pasaron todo el día 
mirándose a las caras.
Él intentaba vencer
al cansancio con alcohol.
Ella llegó hasta allí
huyendo del frío.
Es de Letonia
y tiene unos ojos azules
que solo saben
mirar fijo,
como si acabaran de salir
de un lugar muy oscuro.
A él le pareció poco
el whisky
y ella le dejó la botella,
eso hacen las camareras
en su país
cuando los hombres,
exhaustos,
van camino a casa.
Él le dijo que se caía
de sueño.
Ella le confesó
su miedo a las largas
noches de invierno.
Estaba dispuesta
a huir,
lo mismo al Caribe
que unos pisos
más abajo,
al calor de una cama
acabada de hacer.

Mirándose a las caras,
mientras la ciudad
ocurría tras los cristales
del último bar.
Hilton London Hyde Park,
octubre, 
una mañana de lluvia,
cuando ya había salido el sol.

No hay comentarios: