17 octubre 2019

Alicia tampoco era eterna

Nadie se parece más a la Cuba revolucionaria que Alicia Alonso, ni siquiera el dictador Fidel Castro. Virtuosa, única en el universo de la danza clásica, excepcional bailarina y coreógrafa, dedicó las últimas décadas de su vida a dirigir de manera implacable y empobrecedora el Ballet Nacional de Cuba.
Su legado, tan cuestionable como sus años postreros como bailarina, deja el sabor de algo delicioso que se descompuso hasta el extremo de ser intragable. A finales de la década de los ochenta, cuando aún estudiaba teatro en la escuela de Cubanacán, tuve que ir a verla bailar por un trabajo de clase.
Si no iba al teatro, desaprobaba la asignatura de Estética Marxista. Forzado por las circunstancias, me vestí de mangas largas y me subí a una 132 (la mítica ruta que cruzaba a La Habana, desde la playa de Marianao hasta la Estación Central). Visto desde el palco, el escenario parecía una pista de aterrizaje.
Franjas fosforescentes le indicaban a la ciega anciana la dirección y los límites de sus movimientos. Salió a escena cargada por un bailarín, quien la sostuvo todo el tiempo, mientras ella movía los brazos y la cabeza. Un séquito de locas de época, histéricas y poseídas, gritaba adjetivos desconocidos para mí.
No voy a ser hipócrita, siempre detesté a Alicia Alonso y lo que ella representaba. No me alegro de su muerte (a diferencia de la de Fidel, de cuyo júbilo no me recupero), pero tampoco dispararé salvas ni me pondré a la altura de las circunstancias. 
Alicia Alonso acaba de demostrar que ella tampoco era eterna. Ahora, como la nación cubana y los signos de identidad que nos hicieron como somos, tendrá que empezar a podrirse.

1 comentario:

El Loco dijo...

Siento pena por nosotros al ver que tanta mala persona muere sin enfrentar la justicia por sus tropelías, espero, como dice Juan Abreu en sus emanaciones, que se haya ido al infierno y allí la encuentre Reinaldo Arenas para darle una buena patada en el culo.

En otro mensaje te pasé el link del Museo de los Ferrocarriles de Pennsylvania, es muy cerca de mi casa, si tienes oportunidad planea una visita, no te va a decepcionar, claro, en verano!