Su nombre científico es Phaenicophilus Palmarum, pero los dominicanos le llaman Cuatro Ojos. Es un ave endémica y, específicamente este caballero, nos hace la visita todos los mediodías. Llega puntual, justo después del mediodía. Aún no sabemos qué es lo que hace dentro del helecho macho. Lo cierto es que empieza a cantar en cuanto aterriza.
Por Mario Dávalos, quien se ha convertido en un gran perseguidor de aves (para darles caza con su lente), conocí la aplicación Bird of Hispaniola. Hoy, mientras recibíamos la visita del Cuatro Ojos, acercamos el iPhone a la terraza y le pusimos su propio canto. Por poco enloquece de la curiosidad. Todavía debe estarse preguntando dónde estaba escondido su "contrincante".
Su visita es breve y desconfiada, pero nosotros disfrutamos muchísimo su algarabía. Caminando en puntas de pies, buscamos el mejor ángulo para observar cómo toma posesión de de la terraza. Él sabe que estamos ahí, justo detrás de los cristales, pero no por eso aborta su misión de registrar dentro del helecho macho.
Ahora mismo lo estoy esperando. No me explico por qué no ha llegado. Tienes algunos minutos de retraso... Shhh, shhhhh, ¡ahí está! Luego les sigo contando. Ya está dentro del helecho. ¿Qué buscará ahí? Shhh, shhhhh...
Ahora mismo lo estoy esperando. No me explico por qué no ha llegado. Tienes algunos minutos de retraso... Shhh, shhhhh, ¡ahí está! Luego les sigo contando. Ya está dentro del helecho. ¿Qué buscará ahí? Shhh, shhhhh...
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