29 octubre 2013

Proscrito

Desde una de esas ventanas,
me es imposible decir cuál,
el poeta te mira.
Detrás de uno de esos cristales,
donde se ahogan las voces,
las canciones
y los ruidos de mar,
él te persigue con ansiedad.

Como si aún fueras de carne
y no de tejas,
mármoles
y vestigios.
Como si todavía
al sonreír
te vieras
joven y bella,
el poeta cierra
los ojos
y se va a la cama.

Una noche antes
de abandonar
sus pertenencias
y darle
la espalda
a toda una vida contigo,
Habana,
el poeta te desea.

Desde una de esas ventanas,
me es imposible decir cuál,
como si aún fueras de carne.

1 comentario:

Anónimo dijo...

LOS DOS POEMAS ME GUSTAN MUCHO PERO ESTE ES MI PREFERIDO.