Desde una de esas ventanas,
me es imposible decir cuál,
el poeta te mira.
Detrás de uno de esos cristales,
donde se ahogan las voces,
las canciones
y los ruidos de mar,
él te persigue con ansiedad.
Como si aún fueras de carne
y no de tejas,
mármoles
y vestigios.
Como si todavía
al sonreír
te vieras
joven y bella,
el poeta cierra
los ojos
y se va a la cama.
Una noche antes
de abandonar
sus pertenencias
y darle
la espalda
a toda una vida contigo,
Habana,
el poeta te desea.
Desde una de esas ventanas,
me es imposible decir cuál,
como si aún fueras de carne.
como si aún fueras de carne.
1 comentario:
LOS DOS POEMAS ME GUSTAN MUCHO PERO ESTE ES MI PREFERIDO.
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