Este
es el post número mil de El Fogonero.
El primero, “El que ya no tiene que echarle leña al fuego”, fue publicado el sábado 19
de agosto de 2006. Durante los 7 años que ha durado este blog, he puesto aquí
la mayoría de las cosas que he tenido ganas de compartir por escrito.
Si
se pasa por cada uno de los años, quedarán al descubierto mis desaciertos
y no pocas de mis imperfecciones. También podrá verse cuán diferente es el
Camilo Venegas actual de el que empezó este viaje. Eso es, probablemente, lo
que más me conforta.
Provengo
de un país que ha permanecido inamovible en el tiempo por décadas y décadas.
Atreverse a cambiar o a pensar diferente en Cuba puede verse como un delito.
Solo dos ancianos se han creído en capacidad de decir o desdecir por nosotros.
En El Fogonero me digo y me desdigo
muchísimas veces, pero con una libertad absoluta. Agradezco a todos los que
pasan por aquí, con cierta regularidad o de vez en cuando, el impulso que me
dan para seguir escribiendo.
Esta
bitácora puede verse como un diario y como un ideario. Lo que soy y lo que no
soy, lo que podré ser y lo que nunca seré, consta en este promedo de 142.8 entradas por año. Aquí me
tienen, desde el post número uno hasta el mil.
17 comentarios:
Felicidades, Camilio, doble. Por el día de los padres y por El Fogonero, otro hijo tuyo que disfruto.
Una joya.
Buen milenario, Camilo. Enhorabuena. Los españoles tienen una frase cojonuda con la que terminan algunas discusiones: me contradigo, ¿y qué? Un abrazo.
Camilo, a lo largo de loa anos nos has dado Buena lectura. !Felicidades!
Felicidades, Camilo, por haber llegado a tu post MIL. La estancia "afuera" ha permitido tantas cosas!
No sé si alguna vez trajiste a cuento este poema de Eliseo Diego que seguramente recuerdas. De todos modos te lo mando.
Los trenes
¿Adónde han ido los trenes
llenos de fama y poder,
cuya elocuencia fue ayer
la gloria de los andenes?
Cuando por la tarde vienes
cruzando el año perdido,
¡cómo extrañas el silbido
anhelante, noticioso,
que desdeñaba el reposo
y majestad del olvido!
Un abrazo,
¡Felicidades!
Gracias por compartir tus vivencias, únicas, como la de todo ser humano. Que no se detengan estas crónicas.
Muchas bendiciones,
Felicitaciones, Camilo. Espero que tu tren nunca descarrile como acaba de
ocurrir en España.
Un fuerte abrazo.
Mil abrazos, Camilo.
Felicidades Camilo, he seguido tu blog desde el inicio, ya es una agradable costumbre leerlo. Gracias, un fuerte abrazo, Yoyi.
¡Felicidades, Camilo! Durante años, ha sido un placer y un lazo que me une a nuestras cosas, poder leer tus post. Manténme por siempre en la cofradía.
Muchacho, te felicito de todo corazón. Pienso que estos años te han dado una madurez que te permite vislumbrar el presente y analizar con aspectos críticos el pasado de tu vida que es la misma de millones de cubanos; con la única diferencia que tú puedes y los tros no han podido.
Saludos y un abrazo.
Felicidades, Camilón. Te leo siempre. Abrazos
Felicidades mi hermano.
Saludos, sigue escribiendo, personalmente he disfrutado y me veo reflejado en ese recorrido de esos mil.
Salvador Lemis: y lo he seguido pasito a pasito por toda la manigua. Feliz y Dades.
Yo soy de las que pasa de vez en cuando.
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