El ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, asegura que el sistema penitenciario cubano es “el más humano del planeta”. La frase es un calco de ese discurso tremendista y mendaz que ha sostenido Fidel Castro por medio siglo. Aun así, hay una manera muy simple de comprobar la veracidad de las palabras del brioso canciller. Bastaría con abrir las rejas de los calabozos y comparar la calidad de vida de los prisioneros.
En diferentes cárceles de Estados Unidos cumplen condenas cinco espías del gobierno cubano, quienes están acusados, entre otros delitos, de un acto criminal. Gracias a informaciones brindadas por su red, fueron derribadas dos avionetas de una organización humanitaria, que se dedicaban a salvar en alta mar a los balseros náufragos. Los presos políticos del gobierno cubano no han cometido delito alguno y si han sido confinados es por mantener libres sus conciencias.
2 comentarios:
Primero muertos que desprestigiados. Esos espías están gordos y rosaditos.
buensímo, esos espían viven como reyes, muchacho, cada vez salen más gordos en las fotos.
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