El extraño caso del rechazo que ha provocado la decisión del cantante colombiano de pararse en la Plaza de la Revolución, me recuerda al de Julio Iglesias. A finales de la década de los setenta el español era muy popular en Cuba, pero fue prohibido tajantemente cuando se supo que había cantado en la fiesta de quinces de la hija del dictador Augusto Pinochet.
Como Julio, Juanes se ha convertido en un fenómeno sumamente popular gracias a una propuesta musical muy ligera y pegajosa (yo, que nunca he oído a ninguno de los dos a conciencia, me he aprendido sus estribillos a fuerza de volver a tropezar con ellos). Eso explica por qué sus discos, los de ambos, siguen vendiéndose como paquetes de chiclets.
Los cubanos que susurraban con miedo las ingenuas baladas de Julio Iglesias, deberían ser los primeros en impedir que este absurdo siga propagándose. Sobre todo para que Juanes no se vea en la necesidad de no tener que decir nada cuando trata de decir algo.
7 comentarios:
Muy bueno! Y anoche sale en el Noticiero de Univision confirmando que Miguel Bose y Olga Tanon si estan participando. Todo es una locura, ya que otros blogs dicen que Bose no va! A quien se le cree? Nada que tendremos que esperar al 20 de Septiembre a ver quien se monta en el carreton de Juanes. Saludos, Manny
TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO HERMANO MIO. QUE LO DEJEN CANTAR. ES SU DERECHO POR LA RAZONN QUE SEA. AL FINALK, ESO AYUDA Y NO PRECISAMENTE A LOS COMUñANGAS DE ALLA. EL TRIEMPO DIRA!
UN ABRAZO
Jajajajá, exactamente, no hay mejor definición!!!!
Muy de acuerdo. Que será manipulado, no hay dudas. Pero, ¿qué importa? Todo el mundo está claro en las ideas que cada uno tiene y un concierto no las cambia. Yo prefiero pensar en los miles de jóvenes que no pueden hacer nada y que casi no tienen entretenimiento sano en ese lugar de pesadilla y que podrán bailar y cantar en la Plaza, en vez de estar ondeando hipócritas banderitas. Hay que pensar en esos jóvenes tristes.
Yo prefiero que les den comida, derecho a una salud digna, educación de calidad y que se cumplan los 30 artículos de la Declaración Universal de los derechos Humanos. Con eso bastaría para que cualquiera pudiera cantar y bailar, con quién le dé la gana y no con quién papá Fidel permita.
Pues yo creo que todo no es más que aguaje publicitario, que esos shows internacionales siempre atraen la atención y reviven el interés un una obrita cansona y apagada. Pero también pienso que si nos ponemos en plan de censura, vamos a caer en lo mismo de quienes ustedes saben. Exigirle al tipo que no vaya, porque eso supuestamente es en beneficio del régimen, es lo mismo que cuando el partido se niega a que Willy Chirino cante en el malecón. Las mentes libres no pueden exigirle a alguien que no haga lo que le dé la gana con su vida y su obra, sea algo correcto o no según los patrones éticos de cada quien. Si tiene quien lo escuche (y lo va a tener, seguro) nadie debería interferir. Ya es bastante con el aberrado control del adentro, como para que nosotros también nos pongamos a controlar desde afuera.
Si Wichy, que cante, que cante, que cante donde quiera....pero el que estigmatizó el concierto fue él con que si es de Paz o de malanga, que cante y que no diga nada, que el que pretendió cambiar mentes fue él...para eso no hacía falta un concierto multitudinario, podía haberselo dado a los dos viejitos solitos. Para el resto de la gente que cante y ya.
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