No fue un personaje, ni un chiste, ni un desnudo. Ni el Juanito de Gabino Diego, ni los parlamentos de Fernando Fernán Gómez, ni el cuerpo de Maribel Verdú, nada animó más al público del Acapulco aquella noche que un pan con tortilla que aparece en primer plano por unos pocos segundos.
Hoy se ha lanzado en Internet la campaña internacional Jama y Libertad, reclamando la excarcelación del ciudadano cubano Juan Carlos González Marcos, Pánfilo, quien fue condenado a dos años de privación de libertad por hacer un reclamo en público: “¡Lo que nos hace falta es un poco de jama que estamo' en candela! (…) ¡Hace falta comida que hay tremenda hambre…! Te lo está diciendo Pánfilo en Cuba: ¡Comida!”.
Cuando me uní en Facebook a esa acción solidaria por la libertad de expresión en Cuba, recordé aquella noche en que cientos de espectadores cometimos el mismo delito que Pánfilo. Cuando se acabaron los créditos y se encendieron las luces de la sala, todos aplaudieron a la película. Pero ya en la calle, cada quien cogió por su lado con la misma frase en la punta de la lengua:
−¿Tú viste que clase de pan con tortilla? ¡Ñooooo!
3 comentarios:
¿Cómo logras hacer esas asociaciones tan diferentes y que al final queden tan bien? Te felicito, me has convertido en adicta a tu blog y te confieso que yo no soporto las adicciones.
Genial!!!!!! Ese es el resultado de 50 años de desviación revolucionaria, un pan con tortilla acabó siendo más sexi que una tremenda hembra en cuero haciendo tortilla.
Una vez más felicidades Camilón. Este texto es una joyita.
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